AAntes de ponerse detrás de la cámara, Emmanuel Courcol se dio a conocer como guionista, en particular con el director Philippe Lioret, con quien había colaborado en “Bienvenidos”, donde Vincent Lindon interpreta a un socorrista que da lecciones a un migrante, con la esperanza de que cruce el Canal. De esta experiencia, el cineasta ha conservado su gusto por reunir ambientes que, a primera vista, parecen opuestos entre sí. Este fue el caso de “Un triunfo”, que permitió a Kad Merad interpretar a un actor responsable de dirigir un taller en prisión sobre “Esperando a Godot” de Samuel Beckett. Esta vez, siempre en esta línea, el artista pone hábilmente en contacto a un director de orquesta parisino con un trombonista de provincia.
“Conciliar las cosas está en mi naturaleza. Esto implica una ausencia de juicio y el rechazo de cualquier jerarquía entre los personajes”
En la piel del maestro Benjamin Lavernhe. Sufriendo de leucemia, ve derrumbarse su brillante futuro. La esperanza renace cuando descubre que fue adoptado… y que tiene un hermano, criado en condiciones más modestas, en el norte de Francia. Este empleado del comedor escolar, interpretado por Pierre Lottin, también tiene gusto por la música y sería el único donante de médula ósea compatible. El primer contacto entre ellos es frío. Sin embargo, los sentimientos de culpa y celos experimentados por ambos son rápidamente barridos por la trama, que intentará determinar cómo estos dos mundos pueden coexistir y enriquecerse mutuamente.
Dúo complementario
“Conciliar cosas está en mi naturaleza”, explica el cineasta. Esto requiere una ausencia de juicio y el rechazo de cualquier jerarquía entre personajes, prácticas sociales o incluso gustos musicales. Al escribir, nos cuidamos de evitar clichés. Tomemos como ejemplo al revisor: habría sido fácil hacerlo insoportable, incluso ridículo. Pero siempre trato de resaltar el aspecto humano. » El casting sigue la misma lógica, ya que reúne a una de las figuras de la Comédie Française, Benjamin Lavernhe, y a un actor revelado en “Les Tuche”, Pierre Lottin. Sobre el papel, no proceden de la misma “familia artística”, pero el dúo resulta perfectamente complementario y rápidamente encuentra el ritmo adecuado.
Entre las influencias, percibimos el gusto de Emmanuel Courcol por las comedias británicas como “The Full Monty”, que se desarrollan en contextos sociales difíciles. En “En fanfarria”, la solidaridad manda, pero los rostros están marcados por el frío, la precariedad y el cierre anunciado de una fábrica local. A este respecto, el principal interesado precisa: “Vivimos en una sociedad marcada por importantes divisiones sociales. Situar esta historia en el Norte, un territorio imbuido de historia y solidaridad de la clase trabajadora, fue una forma de evocar estas cuestiones sin ser frontal. Era casi un deber hablar de ello… Si no lo hubiera hecho, habría sentido una sensación de traición. » Una conciencia salvadora para este “drama” musical que trae bálsamo al corazón.
“En fanfarria”, de Emmanuel Courcol. Con Benjamín Lavernhe, Pierre Lottin, Sarah Suco. Duración: 1 hora 44 minutos En cines este miércoles 27 de noviembre.
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