Dodji Kwami Abgetoglo, reconocido escultor y orgulloso embajador de Togo en el panorama internacional, ha transformado su pasión por la madera en un verdadero arte, combinando tradición y respeto por el medio ambiente. Encontrar !
Son las 16.30 horas en Lomé, la capital política de Togo. Este 14 de noviembre el sol ilumina la ciudad con todos sus rayos cuando acudimos al estudio del artista togolés. “Tayé Tayé” es el nombre de su laboratorio situado en la avenida Gulasamée, en las afueras de Lomé. En esta calle principal vive el escultor y es imposible no reconocer su taller. A la entrada de su casa, sus obras de arte dan la bienvenida a los visitantes.
Nada más acercarnos, una escultura que representa el busto de una mujer con peinado afro, colocada frente a la puerta, nos permite vislumbrar por primera vez el universo creativo del artista. Tan pronto como llegamos, el Sr. Kwami nos recibe calurosamente, con un apretón de manos y una sonrisa amistosa. “Bienvenidos a nuestra casa”, nos dice orgulloso de compartir su mundo artístico. Y así comienza la visita…
Un taller y un lugar de aprendizaje.
La escultura, un arte familiar y espiritual
Desde su infancia, Dodji Kwami Abgetoglo se sumergió en un entorno rico en tradiciones. “La escultura no formaba parte de mis sueños de infancia”, afirma la artista de peinado afro. Recurrir a este campo del arte no es una coincidencia para él. De hecho, en su familia el arte de la madera es un asunto generacional. Originario de Benin, su familia está formada por cazadores y artesanos, herencia que, sin que él lo supiera en ese momento, lo guiaría hacia su vocación.
Escultura y protección del medio ambiente.
Este respeto por la naturaleza se refleja en la forma en que Dodji trabaja con la madera. A diferencia de muchos artesanos, él no tala árboles para su arte. “Respeto el bosque, no lo destruyo”, insiste. La mayor parte de la madera que utiliza procede de obras de construcción donde se han talado árboles. “Cuando la gente construye carreteras, recojo madera no utilizada para darles una segunda vida”. Su enfoque eco-responsable lo llevó, en 2019, a viajar a China, donde aprendió a trabajar con madera muerta y flotante. Esta experiencia supuso un punto de inflexión, porque le permitió dar una nueva dimensión a su obra, utilizando materiales a menudo descuidados para transformarlos en verdaderas obras maestras.
Escultura y comunicación
La transmisión de valores culturales.
El trabajo de Dodji Kwami Abgetoglo no es sólo estético. También transmite un poderoso mensaje: el de la preservación de las tradiciones y valores africanos. Un buen enfoque en nuestras sociedades que tienden a perder sus identidades culturales. A través de sus esculturas busca perpetuar prácticas culturales ancestrales, entre otras, la solidaridad familiar, la unidad cultural y el amor al prójimo.
“Mi trabajo es una forma de mantener vivos los valores que han atravesado los siglos. Quiero mostrar a través del arte que la unidad es nuestra fuerza, que el amor a la familia y a la comunidad es fundamental”, enfatiza. Los valores que predica no se limitan sólo a su arte. Al final de nuestro intercambio a corazón abierto, el artista nos ofreció un plato y un vaso de agua; un gesto lleno de significado en términos de hospitalidad y humanismo.
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