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De Chicago al mundo… el director marroquí Axel Reifman, que redefinió el cine rural

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Este artículo fue traducido automáticamente de HIBAPRESS, la versión árabe:

Prensa Heba – Muhammad Zariyouh

Axel Reifman es un director de cine y televisión marroquí originario de Nador que actualmente reside en los Estados Unidos de América, más precisamente en Chicago. Su pasión por el cine comenzó desde muy joven, influenciado por la pasión de su familia por el séptimo arte, ya que su abuelo poseía una rica biblioteca y su tío era artista y pintor. Su entorno estaba lleno de libros, dibujos y películas, que ayudaron a moldear su amor por la ficción y las imágenes con el tiempo.

Axel decide abandonar sus estudios de arquitectura y topografía para dedicarse de tiempo completo al cine, decisión que cambia radicalmente el rumbo de su vida. Inició su carrera produciendo vídeos musicales y cortometrajes en España y Marruecos, y logró un gran éxito con la primera serie de comedia en lengua rural titulada “Mani Dash Gatho Dar”, producida como parte del estreno del canal Tamazight.

La experiencia de producir su primera película, “Silencio mortal”, constituye un importante punto de inflexión en su carrera, ya que fue autofinanciada en colaboración con el productor Buzaco. La película ganó el premio al Mejor Guión en el Festival de Cine de Meknes, lo que lo inspiró a continuar. Posteriormente dirigió su primer largometraje, “Monsters”, que se proyectó en festivales internacionales y obtuvo varios premios en América, Europa y África. Sin embargo, el honor más importante para él era el del Real Instituto de Cultura Amazigh.

En su último trabajo, Axel estrenó la película “Un cadáver en el Banco de Marchica”, película cuya producción financió de forma independiente y que recibió apoyo moral y financiero de sus amigos. La película se proyectó en el marco de la vigésimo cuarta sesión del Festival Nacional de Cine de Tánger. Sobre este trabajo y su trayectoria cinematográfica, Heba Press realizó la siguiente entrevista al director.

Axel explicó que la historia de la película se inspiró en la nostalgia y la tristeza que siente al regresar a su ciudad natal, donde se encuentra comparando el desarrollo de la ciudad con lo que vio en otras películas del mundo. Comenzó a investigar con su amigo ingeniero la profundidad de la arquitectura auténtica, lo que lo inspiró a escribir el guión para expresar estas ideas. La película explora los múltiples conflictos entre conocimiento e ignorancia, entre quienes aman lo que hacen y quienes ejercen trabajos que la sociedad les impone.

Cuando se trata de desafíos de filmación, Axel enfrentó duras condiciones climáticas mientras filmaba su última película, con temperaturas que alcanzaban los cuarenta grados centígrados y una humedad del noventa por ciento. A pesar de las dificultades, destaca que el apoyo del equipo de trabajo y de sus amigos hicieron que la experiencia fuera única.

La película recibió reacciones positivas en los festivales en los que se proyectó, especialmente en Tánger, Nador y Granada, donde el público expresó su profundo aprecio por la película, lo que llevó a Axel a considerar proyectar la obra a mayor escala.

Respecto a la elección del lenguaje rural en sus películas, Axel explica que el lenguaje no constituye un obstáculo para el éxito de una obra cinematográfica. Considera que el cine se basa más en el poder de la imagen que en el diálogo y subraya que las películas marroquíes deben reflejar la diversidad cultural y lingüística del país.

Axel concluyó su discurso destacando la importancia de los festivales de cine para apoyar la industria, porque constituyen un escaparate para presentar al mundo la cultura marroquí y la creatividad de los directores. Subrayó también que el cine marroquí no puede lograr un salto cualitativo sin equidad en la financiación y en la producción y sin inclusión en las historias contadas, que reflejen la diversidad cultural y social del Reino.

Axel cree que el desarrollo del cine marroquí requiere más voces jóvenes y creativas, y que trabajar para construir un verdadero cine marroquí requiere afrontar los desafíos con espíritu de creatividad y pasión.

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