NARRATIVO – Fusión entre Bellas Artes de París y la Bienal de Antigüedades, el evento general gana prestigio al ocupar la nave. Pero todavía necesita ascender y volverse más internacional.
El entorno del nuevo Grand Palais hay que ganárselo. Si estamos ahí, somos importantes. O es probable que llegue a serlo. Esta es la intención de FAB Paris, esta feria de arte general con un nombre aún no anclado en la mente, nacida de la fusión de las entidades Fine Arts Paris y la Biennale des antiquaires, ambas definitivamente enterradas. Su instalación bajo un techo de cristal, a raíz de Art Basel Paris (en octubre) y Paris Photo (en noviembre), le otorga un gran protagonismo. Y una oportunidad que no debe perderse para que la capital regrese a un evento de alto nivel, digno de la época de la prestigiosa bienal. Este doble único de anticuarios y joyeros que le permitió atraer al mundo entero.
Ahí está la base, pavimentada de buenas intenciones, para que esta tercera edición crezca, reuniendo a 100 expositores, desde la Antigüedad hasta la actualidad, un tercio de ellos extranjeros y un tercio de recién llegados…
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