Fue la prometida del actor Paul Teal quien lo anunció al medio TMZ el 18 de noviembre: siete meses después de haber sido diagnosticado con cáncer de páncreas neuroendocrino en etapa 4, el actor falleció.
¿Qué es un “tumor neuroendocrino pancreático”?
El páncreas es una glándula ubicada cerca del estómago. Desempeña un papel esencial en la digestión y la regulación del azúcar en sangre. Los tumores neuroendocrinos del páncreas se desarrollan en células endocrinas.
Estos producen hormonas pancreáticas que controlan la digestión y los niveles de azúcar en sangre. Aunque son raros (se estima que cinco de cada millón de personas están afectadas), estos tumores merecen ser conocidos porque pueden tratarse eficazmente.
Síntomas inespecíficos
En un 10 a un 20% de los casos, la enfermedad se denomina “funcional”: produce un exceso de hormonas (como la insulina). Entonces, los temblores, la sudoración, las palpitaciones y la confusión pueden ser sugestivos.
Pero en el 80% de los casos es “no funcional” (sin exceso de hormonas). Entonces el diagnóstico se retrasa porque la mayoría de los tumores son pequeños y de crecimiento lento.
Otro obstáculo para la detección de la enfermedad reside en que los síntomas pueden confundirse con los de otras patologías: náuseas y vómitos, diarrea, fatiga, pérdida de apetito, pérdida de peso inexplicable, etc.
En cuanto al diagnóstico, se basa en diferentes exploraciones: análisis de sangre, tomografía computarizada (TC) abdominal, ecografía, resonancia magnética, endoscopia, etc. Pero muchas veces, la única forma de confirmar el diagnóstico es realizando una biopsia.
Una vez identificada la enfermedad, los médicos evalúan su evolución para una mejor atención:
- Etapa I : el tumor mide menos de 2 centímetros de diámetro y no se ha diseminado;
- Etapa II : mide más de 4 centímetros de diámetro y/o se ha extendido al duodeno o a las vías biliares.
- Estadio III : el tumor se ha diseminado a los ganglios linfáticos u órganos vecinos;
- Etapa IV : se encuentra en órganos y tejidos más distantes, como el hígado o los huesos.
¿Qué tratamientos están disponibles?
La cirugía es el tratamiento más común. Las intervenciones específicas varían según la ubicación del tumor en el páncreas. Existen otras opciones terapéuticas:
- Quimioterapia;
- Terapia hormonal;
- Trasplante en determinados casos (de hígado, por ejemplo, si la enfermedad se ha extendido, etc.);
- Tratamiento con inhibidores de la tirosina quinasa para bloquear los factores de crecimiento y prevenir el crecimiento de células cancerosas.
¿Cuáles son las posibilidades de supervivencia?
El pronóstico varía según el tipo de tumor y su estadio en el momento del diagnóstico. “ Sin embargo, debido a su crecimiento tumoral relativamente lento, los tumores neuroendocrinos del páncreas se asocian con tasas de supervivencia prolongadas (más del 50% a los 5 años). », señala la Academia Nacional de Medicina.
Tasas que aumentan a más del 90% en los casos en que el tumor no se ha diseminado pero descienden al 20% cuando se ha diseminado al hígado o los pulmones.
Cifras que nos recuerdan la importancia del diagnóstico precoz. Si experimenta síntomas inusuales, no dude en consultar a su médico.
Fuente: Academia Nacional de Medicina – Clínica Cleveland – https://www.cancer.org/cancer/types/pancreatic-neuroendocrine-tumor/about/what-is-pnet.html – https://www.mayoclinic.org/ enfermedades-condiciones/tumores-neuroendocrinos-pancreáticos/síntomas-causas/syc-20352489
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