De paso por la redacción de “Soir” con un nuevo álbum bajo el brazo, Philippe Katerine se desnuda para volver a la polémica olímpica, cuestionar su cuerpo envejecido y oponerse a la violencia del mundo con un pacifismo amable y chiflado.
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Publicado el 19/11/2024 a las 18:12 horas.
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Illega discretamente a la redacción del Noche. Pantalón verde inglés, chaqueta bohemia, boina burdeos, sonrisa de payaso lunar del cine mudo (como Harry Langdon). Con este dandy de la carretera que te pide un plátano al llegar, la ropa de segunda mano es chic. La víspera, el pitufo dionisíaco de los Juegos Olímpicos, hoy venerado en el país del sol naciente, se reunió con su homónimo belga, el jazzista Philippe Catherine (“nos llevamos muy bien y espero que hagamos música juntos”). Philippe Katerine, nacido Blanchard, está en todas partes este año. Incluso lanzará un nuevo álbum este noviembre: The Lovely Zouzouen el que evoca el paso del tiempo, su perro, su edad, la muerte y hasta su pene.
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