DayFR Spanish

“Le Requiem” de Fauré en el Panteón, sublime canción de cuna de los muertos, en Arte.tv

-
>

“Réquiem” de Fauré dirigido por Thomas Hengelbrock, en el Panteón de París, el 7 de septiembre de 2024. PRISMEDIA

ARTE.TV- ON DEMAND – CONCIERTO

Puede que Thomas Hengelbrock (nacido en 1958) haya elegido su versión para gran orquesta, pero es una Réquiem de Gabriel Fauré (1845-1924) muy íntimo y claro que dirigió en el Panteón de París, el 7 de septiembre, al frente de la Orquesta de Cámara de París, de la que fue nombrado director musical tras la muerte prematura del director y pianista Lars Vogt (1970-2022).

Porque existe otra versión de esta conocida obra que es una de las misas de difuntos más bellas de la historia de la música, diseñada para un pequeño conjunto sin instrumentos de viento, con sólo unos pocos instrumentos de metal, timbales, arpa, órgano y un Conjunto de cuerdas sin soportes para violín, a excepción de un arco solista.

Se representó en la iglesia de la Madeleine, donde Fauré era director de coro, bajo diversas formas entre 1888 y 1894. Luego, a petición de su editor Hamelle, se publicó una versión sinfónica en 1901: menos singular, se impuso porque las orquestas ya no estaban obligadas a despedir a la mitad de su fuerza laboral. Adiós al seráfico violín solista; hola la curva de la uncion funeraria!

Hermosos colores íntimos

Fauré, músico íntimo −incluso en la ópera, en su Penélope de 1913 −, quedó sorprendido por el éxito de esta obra: “¡Mi Réquiem se toca en Bruselas, en Nancy, en Marsella y en París, en el Conservatorio!, él escribió en 1900 a Willy, el marido de la escritora Colette. ¡Verás que me convertiré en un músico famoso! »recuerda Jean-Michel Nectoux, el gran especialista del compositor, autor de las primeras ediciones musicológicas fiables de las dos versiones del Réquiem.

Lea la reseña (1999): Artículo reservado para nuestros suscriptores. El regreso de “Pénélope” a la Ópera de Rennes

Leer más tarde

Se supone que fue debido a la inmensidad del Panteón, donde tuvo lugar este concierto inaugural de su mandato como director musical, que Thomas Hengelbrock, músico de convicciones históricamente informadas, favoreció la versión sinfónica del Réquiem. Pero, sin patetismo, respeta la naturaleza lúgubre de la obra, descrita, tan acertada como bellamente, como “Canción de cuna de la muerte”.

La soprano Katharina Konradi extraña a los famosos pastel jesus cantándola demasiado baja y un poco rígida (el solo fue creado por la voz de un joven), mientras el barítono Konstantin Krimmel aporta colores bellos e íntimos a sus dos intervenciones realizadas con radiante sencillez.

Los solistas y el coro, todos alemanes, pronuncian el latín al estilo galicano, como se hacía en la época de Fauré (e incluso todavía en las películas de Don Camillo con Fernandel, en los años 1950 y 1960). Vocales claras y diptongos aportan un color suave y francés a este tierno Réquiem.

Réquiem op. 48 de Gabriel Fauré, de Katharina Konradi (soprano), Konstantin Krimmel (barítono), Coro Balthasar Neumann, Orquesta de Cámara de París, Thomas Hengelbrock (director), grabación producida por Colin Laurent (Fr., 2024, 43 min.) En Arte. televisión hasta el 3 de diciembre.

Renaud Machart

Reutilizar este contenido

Related News :