¿Qué tienen en común Timothée Chalamet, Pierre Niney, Josh O’Connor o Jeremy Allen White? Son actores, conocidos, jóvenes, talentosos y cautivan el corazón de sus fans. Pero, sobre todo, son lo que la prensa anglosajona y las redes sociales llaman ahora hombres roedores, u “hombres roedores”, un nuevo ideal de belleza masculina. Descifrado…
¿De dónde viene este fenómeno?
Todo comienza en mayo de 2024, cuando el periodista de la revista aturdido Serena Smith acuñó la clasificación “hombres roedores” para referirse a los actores que, según ella, “son generalmente más delgados que musculosos, con rasgos más angulosos y angulosos”. Ella aclara: “A menudo no son convencionalmente bellas, pero eso las hace aún más sexys”. Y para ilustrar su punto, luego compara a Josh O’Connor y Mike Faist, los dos protagonistas masculinos de la película. Retadoresa Roddy St James (la rata de ciudad del ratón) y Stuart Little (el ratón de la saga del mismo nombre).
Luego, tras haber asegurado que ser “guapo como un roedor no es un insulto sino un cumplido”, señala que Kieran Culkin (Sucesión), Tom Hiddleston (Loki), Jeremy Allen White (el oso), Logan Lerman (Las ventajas de ser tímido), Tom Holland y Tobey Maguire (hombre araña) o incluso Timothée Chalamet y Adam Driver (que no necesita presentación…) – a los que añadimos el irlandés Barry Keoghan (revelación de quemadura salada) o Pierre Niney – también pertenecen a la gran familia de los rodentianos.
En sí mismo, nada terrible, la historia podría haber terminado ahí. Excepto que TikTok se involucró, haciendo que este nombre fuera viral y mundial. Tanto es así que a las pocas semanas, el concepto se convirtió en un fenómeno que encendió las redes.
Por un lado, los principales interesados, halagados o divertidos de ser asociados con ratones, ratas, capibaras, hámsters… y la lista continúa y los más lindos. Pero también la asociación protectora de animales PETA, que se alegra del revuelo publicando un entusiasta: “¡Gracias por demostrar que los roedores son animales maravillosos!” O las groupies de todas las estrellas etiquetadas como “roedor”, incluso “roedor caliente”, que añaden memes y comentarios elogiosos.
Por otro lado, a los internautas a los que esta analogía animal les pone los pelos de punta. Evidentemente no sensibles al “efecto Ratatouille” –llamado así por la película que hizo que las ratas fueran eminentemente simpáticas y nos hizo olvidar el montón de ideas falsas recibidas sobre estos pequeños mamíferos tan inteligentes como entrañables–, se rebelan contra esta “bonita manera de decir que alguien es feo”, considerándolo insultante y degradante.
Incluso racista, “ya que la mayoría de las celebridades en comparación con los roedores son blancos” y antisemitas, como lo demuestran los mensajes publicados que dicen que Josh O’Connor y Timothée Chalamet son “hombres roedores” a pesar de que ambos son judíos y que describen a los judíos como ratas. es un conocido insulto antisemita. Entiendo que muchos de ustedes no quisieron decir eso, pero es un terreno resbaladizo”.
Y en el centro, medios con fama de serios como el New York Times o el Guardiánque analizan esta “tendencia” y al mismo tiempo sirven como una nueva cámara de resonancia.
¿Por qué los “roedores” tienen tanto éxito hoy en día?
Con el paso de los años, los estándares de belleza masculina han ido evolucionando. Como reflejo de los valores e inquietudes “del momento”, cada época reinterpreta lo que significa ser bella. En este caso, después de un largo viaje por el desierto en términos de “sex Appeal”, como pueden atestiguar Dustin Hoffmann, Adrien Brody o Alfredo Linguini (el héroe humano de Ratatouille). –, el hombre roedor, o como se llame, desde hace algún tiempo se ha disparado en la escala de “sexy” porque se “pega” a los tiempos. ¿Eso quiere decir? Según Gina Cherelus, reportera de New York Timeseste atractivo se debe al hecho de que “estas personas no son los clásicos estereotipos masculinos machistas, lo que puede permitir que las mujeres se sientan seguras”.
Una opinión que comparte el sociólogo Daniel Welzer-Lang, especialista en masculinidades y autor del ensayo Autobiografía de un sociólogo de género. (Eres, 2022). En El mundoexplicó: “Muchas mujeres que han estado en contacto con la violencia se sienten tranquilizadas por hombres que no envían señales de masculinidad dominante. Hace cincuenta años, el emblema de la virilidad era Alain Delon, el “guepardo”. Hoy en día, esta imagen depredadora está seriamente socavada”.
Y añadió: “Es un fenómeno bastante lógico. La relación con la masculinidad evoluciona a la par que los avances por los derechos de las mujeres y LGBTQIA+. Las mujeres y los hombres progresistas recurren cada vez más a personas alejadas de los patrones tradicionales. El hombre roedor es más bien esbelto, con un lado discreto e intelectual. No va a gimnasios y no muestra su virilidad”.
¡Pero eso no es todo! La calificación cada vez mayor de los “roedores” también se debe en gran medida al hartazgo de las imágenes de cuerpos idealizados sobreexpuestos en Internet, así como a una forma de rechazo a la inteligencia artificial, como lo resumen Gina Cherelus y su colega Stella Bugbee: “Si se nos ofrece una falsa perfección, aspiraremos a las imperfecciones humanas. Queremos saber que las personas que encontramos sexys tienen sangre en las venas y son producto de dos humanos que combinan sus genes. ¡Queremos ver la vulnerabilidad de un rostro asimétrico!
¿Durará esta locura? Muy inteligentes quienes pueden predecir con certeza cuál será el próximo sociotipo de moda en las redes. Pero sabiendo que la vida salvaje es tan rica en especies como nuestra imaginación en posibles delirios, no nos preocupamos: ¡llegará!
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