Nada más entrar en el Espace Coatigrac’h de Châteaulin, los numerosos visitantes de la Feria del Libro se apresuraron este domingo 17 de noviembre de 2024 para esta segunda edición en este lugar. Marie-Hélène Gouerec, asistente cultural del municipio de Châteaulin, origen de esta organización, explica: “Es un pequeño salón general. El objetivo es honrar nuestras plumas locales”.
Organizada conjuntamente con la biblioteca municipal, la Casa que crece y la librería Gwennili du Faou, esta feria acogió a 52 autores bretones que vinieron a presentar la literatura en sus diferentes formas con novelas, novelas de suspense, documentales, poemarios, obras para jóvenes y cómics. a 450 visitantes encantados. Una asistencia que deleitó tanto a los autores como a la organización, “muy satisfechos”.
pensar o soñar
Se trata, pues, de un universo variado que se puede encontrar paseando entre las mesas del salón. Como en “Nacer, Renacer, Ser”, o cómo evitar una prótesis de cadera cambiando la dieta: este es el punto de partida de esta obra escrita por Fabienne Bozec de Saint-Ségal, que cuenta su historia. Y añade: “Es un libro que hace que el lector piense en cómo comer mejor para nuestro cuerpo pero también para el bien del planeta”.
Hervé Eleouet, poeta público, sólo necesita una palabra, algunos elementos o un simple tema para escribir, en su antigua máquina de escribir, un poema en apenas unos minutos. “Uno de los últimos temas que me plantearon fueron los zapatos tristes”, afirma el poeta, antes de añadir: “Me piden cumpleaños, momentos especiales de la vida. En realidad, hay muchas razones”.
Para todos los gustos y todas las edades.
Gaëlle Berthelet, ilustradora, presentó un stand creativo dedicado a los niños con la creación de una tarjeta navideña u otra mediante técnicas de plegado, pegado y corte. “Nosotros damos un marco y la imaginación hace el resto”, explica el autor de tres libros para jóvenes.
Tampoco se olvidaron los magníficos panoramas de Finisterre. Aïcha Dupoy de Guitard y Hélène de Gouezou presentaron trabajos fotográficos sobre dos zonas muy conocidas por los lugareños: los Monts d’Arrée, “para los que elegimos el período invernal para fotografiar”, indica el segundo, y los paisajes de Crozon. península, “con una temática particular, la del color oro”, explica el primero.
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