Según una encuesta del Ifop de 2021, 7 de cada 10 franceses tienen pesadillas con regularidad. Las pesadillas son sueños aterradores o perturbadores que provocan el despertar y suelen ocurrir durante la fase REM del sueño, durante la cual la actividad cerebral se asemeja a la del despertar. Después de tener pesadillas, la mayoría de las personas las recuerdan con detalle. Las pesadillas suelen estar provocadas por el estrés, un acontecimiento vital difícil o un trauma. Tener pesadillas puede ser una forma del cerebro de procesar la ansiedad y el miedo.
“Dos tercios de nuestros sueños son negativos”, explica Isabelle Arnulf, profesora de neurología y responsable del servicio de patologías del sueño del hospital Pitié-Salpêtrière en la revista Echosciences. “Desempeñan un papel en la regulación emocional del sueño. Es decir, digerimos las emociones negativas mientras dormimos. Por ejemplo, si una noche recibimos un correo electrónico desagradable y lo respondemos inmediatamente, lo hacemos con nuestras emociones. Pero si dormimos y respondemos al día siguiente, lo haremos con nuestra razón. Por tanto, pensamos que los sueños simulan amenazas para afrontarlas mejor durante el día o, en todo caso, para digerirlas mejor”.
Cuando las pesadillas se repiten cada vez con más frecuencia, pueden interferir con el sueño y debilitar la salud mental. Cuando ocupan demasiado espacio, las llamamos trastorno de pesadillas. Los estadounidenses las llaman “trastorno de pesadillas (…)”
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