De la invisibilidad social, jurídica y económica al reconocimiento jurídico
DayFR Spanish

De la invisibilidad social, jurídica y económica al reconocimiento jurídico

-
>

Michou Marcusse (derecha), un agricultor de las Landas considerado en paro, trabaja la tierra desde los 12 años. Imagen extraída del documental “Moi, agricultor” de Delphine Prunault. COLECCIÓN PERSONAL

LCP – VIERNES 6 DE SEPTIEMBRE A LAS 20:30 HORAS – DOCUMENTAL

“Granjero, eso es difícil de decir; granjero, eso es fácil, pero granjero…” Bernard Pivot hace machismo ordinario sin darse cuenta, al presentar a Anne-Marie Crolais, invitada del espectáculo “Apostrophes”. En este mes de febrero de 1982, la joven de 30 años sorprende y sale del anonimato gracias al éxito en las librerías de El granjero (Ramsay, 1982), autobiografía sobre su vida como criadora de cerdos en Saint-Alban (Côtes-d'Armor).

Es una de las heroínas del personalísimo documental de Delphine Prunault, una película dedicada a su abuela Denise, agricultora durante cuarenta años y considerada por la ley como trabajadora ilegal durante toda su vida.

En una indiferencia mediática virtual, unas cuantas esposas de campesinos lucharán, justo después de la guerra. Les llevará sesenta años pasar de la invisibilidad social, jurídica y económica al reconocimiento legal. Esta película finalmente les hace justicia, con energía y buen humor.

Profesión por vocación

El director de Feria agrícola, política en el campo (2019) ha diseñado esta vez un escenario “cerrado” a partir de la generación más joven, encarnada por Cécile, casada, con una hija y feliz directora de una explotación agrícola, y Nadège, madre soltera con tres hijos que se hizo cargo de un viñedo orgánico en Coteaux-du-Layon, en Anjou. Ambas representan la primera generación de mujeres agricultoras que han elegido esta profesión por vocación. También están agradecidas a las pioneras que lucharon para que ellas tengan hoy esta libertad.

No fue hasta el 17 de mayo de 1983 cuando tuvo lugar la primera manifestación por el derecho a la condición de mujer agricultora. Hubo que esperar tres años más para obtener ocho semanas de baja por maternidad, cuando las empleadas habían tenido el doble de esa cantidad durante seis años. En 1988 se reconoció el primer estatuto de mujer agricultora; el de agricultora independiente (sin autorización del marido) tuvo que esperar hasta 2010.

Entre las figuras militantes que encontró, Delphine Prunault encontró a “Michou” Marcusse, que hoy tiene 93 años y vive en Horsarrieu (Landas). Con el pelo corto y los pantalones puestos, esta gran figura de la lucha feminista agrícola tiene mil anécdotas que contar. Entre ellas, los dolorosos años de convivencia con sus suegros antes de instalarse en 1955 con su marido, Jean, en una granja abandonada: “En el suelo era arcilla, pero para nosotros era el paraíso”.

Ninguna de estas mujeres parece amargada ni vengativa. Al contrario, sonríen, orgullosas de representar hoy un tercio de las fuerzas vitales de la agricultura francesa. “Si queremos poder, vamos por él y no nos quejamos”resume Anne-Marie Crolais.

Yo, un granjeroDocumental de Delphine Prunault (Francia, 2021, 52 min), seguido por la revista «ZED» (Zona de Educación Prioritaria). Retransmisión en Lcp.fr hasta el 22 de mayo de 2025.

Catalina Pacary

Reutilizar este contenido

Related News :