En el siglo XIV, según la leyenda, el escritor y poeta francés Nicolas Flamel habría descubierto el secreto de la piedra filosofal capaz de transmular el plomo en oro. Casi setecientos años después, el Grial, según algunos aventureros, consiste menos en crear este metal precioso a partir de un metal pesado para hacer fortuna que en encontrar la fórmula de la riqueza interior, fuente del desarrollo colectivo, atrayendo a la naturaleza. Côme Di Meglio es uno de esos exploradores.
Para este joven artista plural graduado en la Escuela Nacional de Artes Decorativas de París (en 2014), el plomo es menos importante que el micelio, “Dispositivo vegetativo filamentoso elaborado por muchos hongos.“(Le Robert). Parisino de origen, pero marsellés de corazón (lleva siete años en la ciudad de Marsella), Côme Di Meglio utiliza el micelio para dar forma a ladrillos de construcción delicados y duraderos. O su propia visión de lingotes de oro personales.
“El micelio como aglutinante natural”
“Yo era estudiante cuando tuve un soplo de investigación en los años 90 sobre el micelio como aglutinante natural para crear materiales de construcción. (El ladrillo en forma de hongo fue desarrollado por el diseñador californiano Phil Ross en aquella época, un invento en el origen de la micotectura, o MyCo-Arquitectura, proceso que surgió en 2009, nota del editor), afirma. Luego trabajé en otra cosa, pero me había intrigado hasta el punto de guardar esta idea en un rincón de mi cabeza para volver más tarde.“Acto incluido.