Empresas regionales multiservicio: un primer balance decepcionante

Empresas regionales multiservicio: un primer balance decepcionante
Empresas regionales multiservicio: un primer balance decepcionante
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Después de las regiones de Casablanca-Settat, Souss-Massa, Marrakech-Safi y Oriental, todas las autoridades de distribución de agua potable, electricidad y saneamiento líquido, así como la Oficina Nacional de electricidad y agua potable (ONEE), migrarán progresivamente a Empresas Regionales Multiservicios (SRM). Esta transición forma parte de un calendario establecido por el Ministerio del Interior, que prevé el cambio de ocho regiones antes del 1 de agosto, indica El economista en su edición del miércoles 22 de enero.

Para ello, el ministerio envió una correspondencia al director general de la ONEE para precisar las fechas de entrada en vigor de los contratos de gestión que se celebrarán con los MUR de las fases II y III, de conformidad con el Decreto nº 2.23.1033. La carta subraya que ya se cumplen las condiciones previas y pide que se adopten las medidas necesarias para garantizar una aplicación óptima y el respeto de los plazos fijados. Sin embargo, sobre el terreno la realidad es mucho más compleja.

La transición en la región Casablanca-Settat, en vigor desde el 1 de octubre de 2024, así como la de las otras tres regiones en octubre y noviembre, ha suscitado numerosas quejas de los usuarios, señala El economista. A pesar de los meses transcurridos, la experiencia del cliente sigue siendo en gran medida insatisfactoria. Entre los problemas observados estuvo la falta de comunicación sobre los objetivos de la reforma, los beneficios esperados para los usuarios, así como los nuevos procedimientos relativos al pago de facturas y la presentación de quejas.

En Casablanca-Settat, por ejemplo, el 1 de octubre se interrumpió el acceso al portal de pago habitual y las referencias de los clientes desaparecieron de la interfaz sin ninguna alternativa clara. No se ha previsto ninguna redirección automática a la nueva aplicación. Los consumidores tenían que comunicarse con el antiguo número de Lydec para obtener información sobre los nuevos procedimientos, un proceso que se hacía aún más complejo por la falta de un número único. En algunos casos, los números de los contratos de suscripción se han modificado sin previo aviso, lo que imposibilita el pago de las facturas. Estas inconsistencias reflejan una estrategia de transición insuficientemente planificada.

Los proveedores y prestadores de servicios también enfrentan obstáculos importantes. Los procedimientos de compra y pago han sido completamente revisados, lo que implica la presentación de nuevos documentos, verificaciones que requieren mucho tiempo y plazos ampliados antes de realizar cualquier pago. Como entidades públicas, las MUR están ahora sujetas al decreto de contratación pública, lo que complica aún más sus procesos administrativos.

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