Viviane Chidid, icono atemporal de la música senegalesa

-

Viviane Chidid, figura imprescindible de la música senegalesa, trasciende estilos mezclando hábilmente mbalax y afrobeat. Su carrera atestigua una rara capacidad de adaptación, unida a un extraordinario talento vocal.

“No es la especie más fuerte la que sobrevive, sino la que más se adapta al cambio”. Este famoso pensamiento de Charles Darwin encuentra particular resonancia en el viaje de Viviane Chidid. Sin embargo, la reina del mbalax R&B trasciende esta simple adaptación: no sólo es una especie fuerte, sino también una cantante excepcional, capaz de renovar su arte sin perder el alma de su identidad musical.

Hoy en día, Viviane ha sabido conquistar a un amplio público, incluida la generación más joven, a menudo más sensible a las tendencias musicales internacionales. Esto se explica, según el periodista Lamine Bâ, por varios factores. Viviane, observa, integra las tendencias musicales internacionales manteniendo al mismo tiempo una fuerte identidad senegalesa. “Su uso de las redes sociales, sus elecciones estéticas modernas y sus colaboraciones con artistas populares entre los jóvenes también refuerzan su atractivo. Además, sus textos y su música hablan a los jóvenes y los conectan con su cultura”, analiza el crítico musical.

Para él, la evolución de la música de Viviane, del mbalax al afrobeats, ilustra una apertura a las nuevas tendencias preservando al mismo tiempo sus raíces senegalesas. Esta hibridación, en el contexto local, indica, se puede agrupar bajo el término “Jolofbeats”, nombre que refleja, según él, la fusión de ritmos tradicionales senegaleses e influencias globales.

Versatilidad musical

Si Viviane es reconocida como artista de variedades es gracias a su capacidad para modernizar mbalax integrando elementos del pop y el R&B. En particular, introdujo una producción musical más refinada con arreglos sofisticados y sonidos electrónicos, manteniendo la percusión senegalesa como base. “Se atrevió a realizar colaboraciones internacionales y experimentar con instrumentos como el sintetizador, haciendo así que mbalax fuera accesible a un público más amplio”, añade el crítico musical.

Desde sus primeros pasos en el grupo Super Étoile de Youssou Ndour en 1993, Viviane se consolidó como una figura clave del mbalax, este estilo musical típicamente senegalés con percusión tradicional y toques modernos. Con una voz poderosa y una energía escénica comunicativa, la belleza de piel clara y voz cristalina logra dejar una huella duradera en este registro. Sus primeros álbumes, en particular “Le Show” de 2001, demuestran un profundo arraigo en esta tradición musical al tiempo que introducen toques innovadores.

En 2002, lanzó su cuarto álbum “Téré Nelaw”, muy R&B, canciones de alabanza a los Leones de Téranga que destacan sus hazañas durante el Mundial de fútbol en Corea. Así, toda África cayó bajo el hechizo de la cantante, lo que le valió, ese mismo año, una nominación a los “Premios Kora” en la categoría “Mejor arreglo”.

En 2003, lanzó un nuevo álbum, “Fii Ak Fee”. Al año siguiente, se lanzó al rap y al hip-hop, con el álbum “Esprit”, que fue un éxito y sigue siendo hasta el día de hoy el álbum de hip-hop más vendido en la historia del rap senegalés. , un álbum realizado con grandes raperos senegaleses, entre ellos Fou Malade, Carlou D, Khuman y Pacotille. Pero lo que seduce y, además, constituye la fortaleza de la cantante, es su versatilidad musical, debida sin duda a su anterior carrera como cantante de variedades. Viviane se adapta a todos los estilos. Michael Soumah, artista musical, recuerda: “La conocí a principios de los 90. La gente la descubrió a través de mis programas que presentaba en ese momento. Viviane introdujo innovaciones en el género mbalax. Tiene la voz de una cantante de variedades que, mezclada con este estilo, ha producido nuevos sonidos”.

Esta capacidad de innovación ha permitido a la reina de la Jolof Band destacar y renovar un género muchas veces percibido como exclusivamente local.

“Es algo muy bueno, porque el problema del mbalax es que durante mucho tiempo siguió siendo un asunto senegalés”, señala el presentador. Según él, este género musical no ha logrado traspasar fronteras. “Al igual que la música nigeriana y el Makossa de Camerún, es una música que aún no ha causado sensación en el panorama musical mundial”, afirma.

Figura emblemática del panorama internacional

Con el álbum “Man Diarra”, lanzado en 2005, Viviane inició un punto de inflexión decisivo al integrar sonidos pop y R&B en su repertorio, ampliando así su audiencia y fortaleciendo su imagen de artista moderna y visionaria. Esta búsqueda de innovación culmina en sus exploraciones de ritmos reggae y afrobeats donde se apropia de influencias internacionales conservando la autenticidad de sus raíces. Títulos como “Yeuk-Yeuk” o “Fima Tollu” demuestran esta madurez artística y audacia creativa.

Con una reputación que traspasa cada vez más fronteras, Viviane obtuvo en 2011, entre otros, los títulos de “Artista femenina del año”, “Mejor videoclip” y “Mejor canción afrorítmica” en los ‘Afrotainment Museke African Music Awards. .

Sin embargo, como señala Michael Soumah, el éxito de Viviane no se basa únicamente en su eclecticismo musical. “Pudo entender que la música hoy se basa en la diversidad y la mezcla. Trabaja con beatmakers que la ayudan a refinar la música capaz de dirigirse a una audiencia global”, explica. De hecho, gracias a sus colaboraciones y a su apertura de miras, Viviane ha sabido conquistar al público mucho más allá de las fronteras senegalesas, consolidándose así como una figura emblemática en la escena internacional.

Más allá de su talento vocal y creatividad musical, Viviane Chidid encarna resiliencia y perseverancia. Ha conseguido seducir a las generaciones más jóvenes conservando la fidelidad de sus primeros fans. “Toda la música que produjo es atemporal. Puede actualizarlos sin perder su esencia”, añade Michael Soumah.

Adama NDIAYE

-