Retrato de culto –
Ringo, el más Starr de los Beatles
A los 84 años, el baterista publicó un disco titulado country, su vigésimo primer solo. Retrato del más subestimado de los Fab Four, falso vago, verdadero genio.
Francois Barras
Publicado hoy a las 12:20 pm
Sir Richard Starkey, más conocido como Ringo Starr. Nombrado caballero por la reina pero usando sombrero stetson.
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- Ringo Starr se convirtió en un icono de la cultura estadounidense a partir de 1964, cuyo folclore musical siempre amó.
- Sus colaboraciones con los ex Beatles marcaron los años posteriores al grupo. ¡Incluso fue uno de los mayores vendedores en solitario en 1974!
- Ringo siempre se ha mantenido activo a pesar de años de excesos.
El 9 de febrero de 1964, las cámaras del “Ed Sullivan Show” arrojaron a los Beatles a los brazos de Estados Unidos, y viceversa. En menos de un cuarto de hora y con un puñado de canciones interpretadas, mientras uno se suena la nariz ante unos 73 millones de espectadores, los cuatro ingleses se convierten en los héroes de una generación. Y el que recoge la mejor cosecha de gritos de pánico del público reunido en el estudio neoyorquino, cuando aparece en pantalla recién burlón donde sus correligionarios sonríen como primeros comulgantes, se llama Ringo Starr. La menos linda, la menos expuesta. El baterista.
“Damas y caballeros… ¡Los Beatles!” El 9 de febrero de 1964, América estaba frente a su puesto y Ringo detrás de su batería.
imágenes de imagen/Colección Everett
Desde aquel día y aquella primera visita del fenómeno británico atreviéndose a competir –mejor, ¡conquistar! – la nación histórica del rock’n’roll, Ringo es el rey de América. Es el Beatle “cool”, casi normal, desprovisto de los buenos modales británicos de McCartney, el cinismo ácido de Lennon y la arrogancia cerebral de Harrison. El vecino de enfrente, con quien podríamos formar una banda en el garaje de los padres. Considerando el virtuosismo de sus tres compañeros, parece tocar sin arrogancia y cantar como todos los demás. ¡Por fin podemos parecernos a unos Beatles! Nada podría estar más lejos de la verdad, pero este sentimiento de aparente normalidad hará que Ringo sea paradójicamente único entre los Beatles.
¡Ringo, presidente!
En pocos meses, la marca de tambores Ludwig con la que toca se convierte en el número 1 en Estados Unidos y lo seguirá siendo durante veinte años. “¡Amo a Ringo!” Los alfileres se venden mejor que los de Paul, George y John. La joven Bonnie Jo Mason, aún no famosa bajo el nombre de Cher, compone un vibrante “Ringo, I Love You!”, mientras los Young World Singers piden “Ringo for President”. “Porque está comprometido con la paz”, explica la portada del Decca 45 rpm cuando comienza la campaña electoral de 1964.
Sesenta años después, el presidente reelegido sólo comparte un corte de pelo tosco con el amable Beatle. No importa, Ringo sigue ahí, sigue siendo genial. Incluso lanzó un nuevo álbum pegado al estilo del country rock rotundo, pero sólido, ayudado en su trabajo por el muy respetado T-Bone Burnett. Ringo tiene 84 años, canta y este es su… 21mi ¡canta solo!
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“Look Up” no revolucionará la música de 2025, ni artística ni comercialmente. Pero tiene el mérito de volver a poner de relieve la carrera de Richard Starkey, el Beatle cuya vida después del grupo probablemente ha sido olvidada más fácilmente. ¡Incluso fue el primero de los cuatro en publicar un álbum en solitario dirigido al público en general! En marzo de 1970, un mes antes de la muerte oficial de los Beatles y del lanzamiento del primer McCartney, el baterista convertido en cantante ofreció “Sentimental Journey”, un catálogo de versiones de los años 20 producidas en gran parte en Los Ángeles, donde se instaló. Seis meses después, lo vuelve a hacer con “Beaucoups (sic) of Blues”, grabado en Nashville, la meca de la música country.
Ya afirma su gusto por el folclore americano y demuestra que no tiene más ambiciones que el placer y, posiblemente, el de su público. Serán implacables los críticos que presentarán estos álbumes ciertamente mediocres como prueba definitiva de que, decididamente, Ringo fue el menos brillante de los cuatro, que tuvo mucha suerte de toparse con ellos y que le hicieron cantar más fuerte –sobre “ Con una ayudita de mis amigos”, “con la ayuda de mis amigos”, CQFD

Ringo como actor y en modo cocker spaniel, 1971.
imágenes de imagen/Colección Everett
A Ringo no le importará. En el desorden general que siguió al amargo final de los Beatles, demasiadas personas eligieron bando, jugaron unos contra otros, amplificaron las travesuras y apostaron por los perdedores. Sabía perfectamente su papel siempre esencial, el de aglutinante sin el cual los egos nunca se habrían unido, ni musical ni humanamente. Fue la fuente del swing, el oído de oro, el campeón del ingenio capaz de inventar un redoble fluido y transformar en canción pop los compases complejos, inspirados en la música india, que le propuso George Harrison. El puente de “Here Comes the Sun” le debe todo.

Dos últimos Beatles en París: Ringo (derecha) y Paul con sus esposas, Barbara Bach y Nancy McCartney respectivamente, en 2024.
Imágenes falsas
Este talento “social” de Ringo, este buen carácter pacifista, será su fuerza y su debilidad. El único miembro de los Beatles que nunca estuvo permanentemente enojado con ningún otro, colaboró durante la década en sus múltiples proyectos. En discos y en el escenario con Harrison para su “Concert for Bangladesh”, en el estudio con Lennon y su “Plastic Ono Band” e incluso en su tercer trabajo personal con el odiado McCartney, invitado a la composición de “Ringo”. ¡Bingo! De los ex-Beatles, en 1974 fue el que más discos vendió, ¡un millón sólo en Estados Unidos! Y logrará la hazaña nunca más reeditada de reunir en un mismo álbum (pero no al mismo tiempo en el estudio) las contribuciones de Paul, John y George. ¿Quién lo recuerda? No mucha gente.
Un hedonista en California
Hay que decir que esta afición a la fiesta tenía un desagradable inconveniente. El interesado, que había aprendido desde pequeño a levantar el codo en los pubs de Liverpool, había encontrado en el hedonismo californiano de los años 70 y 80 algo que le permitía ir aún más lejos. Incluso fundó un club, los Hollywood Vampires.donde señalaron Alice Cooper, Keith Moon y John Lennon. ¿Objetivo del juego? Beber. Como admitirá Ringo, “ya no éramos músicos metidos en el alcohol y las drogas, sino adictos que intentaban hacer música. Perdí años de mi vida en un apagón”.

Festival Ringos entre 1974 y 1983. Un trago está bien…
Después de 1974, la música de Ringo era tan buena como las portadas de sus discos, que eran totalmente espeluznantes. Soft rock llamativo, disco triste, soul suave… El millonario elige sus estudios en función de su ubicación, a ser posible en las Bahamas, y a sus músicos en función de su resistencia para seguirlo al final de la noche. Sin embargo, la producción del baterista-cantante no es menos irrelevante que la de sus antiguos camaradas de esa época: el punk y la new wave dejaron obsoletos a los “viejos” rockeros que aún no tenían cuarenta años, hasta los Who y los Rolling. Piedras…
Al lado de la cama de Yoko Ono
Y luego, John Lennon fue asesinado en diciembre de 1980. Ringo sería el único Beatle en subirse a un avión para ir a la cama de Yoko Ono. Pero el shock no le ayudará a salir a la superficie: habrá que esperar hasta finales de la década para que él y su mujer se incorporen a un centro de desintoxicación. En 1992, recordando que nunca fue tan bueno como director y showman, creó su All Starr Band para giras que incluyeron Montreux Jazz; incluso lanzó una grabación oficial. Producida por Don Was, “Time Takes Time” volvió a tener un gran éxito ese año.
Sus siguientes álbumes serán colectivos, invitando a voces populares del momento o artistas de nicho felices de codearse con el culto a Ringo. “Look Up” invita así a Alison Krauss, un gran nombre contemporáneo del folk bastante urbano que ha tocado con Robert Plant, pero también a Billy Strings y Molly Tuttle, 100% bluegrass que se pega a la suela. Sin duda el viejo chico de Liverpool encuentra allí los ecos lejanos de esquife que su padrastro jugaba con él los domingos, esa versión arruinada del country que los pequeños ingleses inventaban mientras soñaban con América.
¿Qué hacer cuando lo hayas conquistado a los 24 años? Reproduce tus recuerdos. Divertirse. Dale un poco. ¡Ringo para presidente!
Escuche: “Look Up”, Ringo Starr (Universal Music)
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