Lanzada el 17 de enero, la Semana de la Moda Masculina de Milán se desarrolla en un contexto difícil marcado por una caída de las ventas en la industria del lujo. A pesar de un programa reducido, los principales diseñadores y los talentos emergentes continúan aportando un soplo de belleza a este reconocido evento.
La Semana de la Moda Masculina de Milán, que comenzó el 17 de enero, se desarrolla en un contexto difícil para la industria del lujo, con una programación reducida respecto al año anterior. Dolce & Gabbana, Prada y Giorgio Armani siguen siendo las principales figuras de este evento, mientras que ausencias notables, como las de Fendi y Gucci, marcan esta edición. Esta última, que ya había desfilado durante la anterior edición en enero, optó este año por presentar colecciones mixtas durante la Semana de la Moda Mujer, prevista para febrero.
Esta temporada, Milán acoge sólo 16 espectáculos en directo, frente a los 22 del año pasado. Sin embargo, las marcas más importantes de la moda italiana, así como algunas recién llegadas, mantienen vivo el evento. Entre ellos, el diseñador francés Pierre-Louis Mascia abrirá las festividades el viernes con una colección mixta otoño/invierno 2025, para hombre y mujer. Mascia, ex ilustrador de moda, destaca por sus complejas creaciones y estampados inspirados en los collages. Después de un exitoso primer desfile el verano pasado en la feria Pitti Uomo de Florencia, supo seducir con su estilo único, descrito como “Hermès con un toque más original”.
La edición de este año llega en un contexto económico particularmente difícil, con una caída de las ventas de ropa masculina en Italia, que cayeron un 3,6% en 2024, alcanzando los 11,4 mil millones de euros. Esto sigue a un crecimiento del 4,7% en 2023 y del 20,3% en 2022, tras la pandemia de Covid-19. Según la Cámara Italiana de la Moda, todo el sector, incluida la moda femenina, vio caer su facturación un 5,3%, hasta 95,9 mil millones de euros.
La crisis en el sector del lujo se atribuye en gran medida al débil consumo interno en China, donde las tensiones geopolíticas y el aumento de la inflación también están contribuyendo a la incertidumbre. “Depende principalmente de los consumidores chinos y de su crisis de confianza”, explica Luca Solca, analista de Bernstein. “El colapso del mercado inmobiliario los vuelve más cautelosos y menos propensos a gastar”.
A pesar de esta difícil situación, Carlo Capasa, presidente de la Cámara Italiana de la Moda, se mantiene optimista. Según él, la creatividad es la clave para superar la crisis. “Hay que seguir creando sueños para reactivar el consumo”, afirma. “Más que nunca en tiempos de crisis, debemos invertir en la creatividad, que es nuestro principal motor”.
Con AFP