Particularmente reconocido por sus logros como el Palacio Namaskar, el renombrado arquitecto Imaad Rahmouni, recién llegado de las obras del suntuoso Park Hyatt Marrakech, nos concedió uno de sus raros momentos de respiro en su Marrakech de adopción, en la que recurre, entre obras de construcción y preciosos momentos en familia.
doEs en el marco del Radisson Blu Hotel Marrakech Carré Eden, uno de sus otros éxitos, que Imaad Rahmouni, con la sencillez que lo caracteriza, se entrega a algunas confidencias: un momento casi suspendido, donde se revela el hombre detrás del arquitecto. modestamente. Un poco. Hablemos del Park Hyatt, Marrakech. Trabajar con Hayat Hotels Corporation significa, ante todo, “trabajar a una escala completamente diferente, con otros medios”, confiesa Imad Rahmouni, con una modestia que contrasta con la magnitud de sus logros. “Nuestra colaboración con los equipos americano y suizo, conocidos sobre todo por su rigor, también me ha abierto diferentes horizontes y ha ampliado mi visión del campo de posibilidades. Cabe señalar, y esto es importante, continúa, que el proyecto Park Hyatt comenzó hace 15 años. ¿El inicio de la adolescencia para algunos, unas bodas de cristal para otros y para mí? Toda una parte de mi vida adulta. Imagínate dedicar todos estos años de tu vida a un logro” Logro, éxito, sí. Pero con y como familia, “nada sería posible sin ella”, dice Imaad Rahmouni con una sinceridad cautivadora. Mi esposa Juliette, también arquitecta y socia de pleno derecho en esta aventura, está en el centro de todo. Es una mujer destacable, ultraactiva y que valora su discreción.
Nos encontramos en los bancos de la Escuela Nacional de Arquitectura de París-Belleville y nunca más nos separamos. Juntos abrimos nuestras primeras oficinas parisinas, luego continuamos nuestro viaje a Marrakech, fue en 2004. Veinte años después, este éxito es nuestro y el 80% gracias a ella. Como nuestra familia, que construimos juntos aquí en Marrakech: estamos muy unidos. Y es a la vez nuestro mayor éxito y nuestro mayor proyecto. »
Entre pasado, presente y futuro, siempre en equipo, proyectos y sueños. Con su esposa al frente de su oficina y un equipo de 35 personas, Imaad Rahmouni ya se ha volcado en nuevos proyectos: los Alpes franceses, entre Courchevel y Méribel. Polinesia, con hotel en Bora Bora. Una residencia privada en Ibiza… Pero, más allá del prestigio, Imaad Rahmouni sueña con aportar su contribución a la vivienda social, aspiración que atribuye, no sin tal vez un toque de nostalgia, a sus años en Belleville. Otro caballo de batalla: su enfoque sostenible y su aversión a lo “desechable”, tomando el ejemplo de edificios como la Koutoubia en Marrakech, que sigue en pie a pesar de los temblores sísmicos. “Ella estará aquí mucho después que nosotros”, concluye sonriendo.