Con motivo de su gran regreso a la WWE para el estreno del programa insignia Raw en Netflix, el legendario Hulk Hogan no recibió en absoluto la heroica bienvenida que se le suele reservar.
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Sin duda uno de los luchadores más famosos de todos los tiempos, el que lanzó a la WWE (en aquel entonces WWF) a otra estratosfera de popularidad en los años 1980, hizo acto de presencia ante la multitud en el Intuit Dome, en Inglewood, en el Área de Los Ángeles.
Fue bajo una lluvia de abucheos que el “Hulkster” fue recibido por un público despiadado.
Hogan, cuyo nombre real es Terry Bollea, estuvo acompañado por el ex manager Jimmy Hart. El exluchador de 71 años está asociado con WWE para promocionar su cerveza “Real American Beer”.
Un discurso que no resuena
Hogan intentó seducir a la multitud hablando de su carrera, pero nada funcionó.
“Ustedes, los fanáticos, siempre han sido mi mejor compañero de equipo porque me han apoyado en todo”, dijo, entre abucheos en lugar de aplausos.
“Sabes, ahora tengo un nuevo socio con el que me estoy asociando, Real American Beer. Pero el mayor socio que ha tenido WWE es el hecho de que esta noche estamos haciendo historia con Netflix, el mejor socio de todos los tiempos”, añadió.
Actos no perdonados
Hay que decir que en 2015, Hogan empañó su legado a los ojos de muchos cuando surgió un vídeo que data de 2007, en el que se le escucha usar la palabra “n”.
WWE incluso lo eliminó del Salón de la Fama, solo para reinsertarlo en 2018. Desde entonces, el público parecía haber tirado la toalla sobre el incidente.
Quizás la multitud en Los Ángeles, en el corazón de la California incondicionalmente demócrata, no apreció la asociación del ícono de la lucha libre con el presidente republicano Donald Trump.
El verano pasado, en la convención republicana del partido, Hogan presentó a Trump.
“¡Que Trump-A-Mania tome vuelo!” cantó.
Repitió la experiencia en octubre durante el mitin en Nueva York, en el Madison Square Garden.
En enero del año pasado, WWE anunció que Netflix había obtenido los derechos para transmitir varios programas como Raw y Smackdown, por la considerable suma de 5 mil millones, durante 10 años. El lunes por la tarde marcó el inicio oficial de este acuerdo.