Es un material blando y duro al mismo tiempo. A veces se esculpe, a veces se modela. “Se puede deshacer, pero cuando se comete un error, es difícil recuperarlo por completo. » El alambre tiene carácter, sus uniones saben algo de él, y esto es lo que sedujo a Sophie Jourlas cuando realizó su primera percha para realzar un objeto que estaba a punto de regalar.
Fue en 2010. Desde entonces, Sophie ha seguido enrollando su vida con este metal, que hoy es el corazón de su profesión de artesana.
En el bosque o en un mercadillo
Cuando se levanta en su casa al final de un largo camino, en Vignoux-sur-Barangeon, piensa en sus futuras piezas únicas, en 2D o 3D, que ofrecerán un poco de poesía a quien las adopte. Cuando camina por el bosque, encuentra trozos de madera que combinan muy bien con él. A veces, también en la naturaleza, cuando no está en un mercadillo, encuentra objetos que se entrelazan maravillosamente con sus hilos. Cuando va de compras, a menudo olvida sus cosas porque su cerebro siempre está lleno de ideas metálicas.