A sus ochenta y un años y con una carrera cinematográfica incomparable que abarca más de cinco décadas (como escritor, director, productor y, a veces, actor), Cronenberg sigue siendo el mejor cineasta de Canadá y uno de los mejores cineastas del mundo. Sus películas audaces, intransigentes y proféticas siempre han provocado escalofríos al explorar ideas poderosas e inquietantes.
David Cronenberg recibiendo la estrella dorada de manos de Diane Kruger.
Desde sus inicios en los años 70, hasta sus últimas películas, el maestro del “body horror” ha ofrecido una obra única y extraordinaria que mezcla brillantemente terror, ciencia ficción y thriller psicológico. Cineasta de lo paranormal y lo sobrenatural por excelencia, este gigante del séptimo arte dejó su huella en toda una generación de cineastas con una filmografía rica en 23 largometrajes.
Sus obras más famosas son: “La Mosca”, “Historia de la violencia”, “Vidodram”, “Zona Muerta”, “Scanners”, “Crash”, “Crimes du futur”, “Faux-Semblants” y “Shrills”.
La ciencia ficción, la mutación corporal, la psicología, la violencia, la estimulante intersección de la biología, la psicología y la tecnología son temas recurrentes en sus obras singulares, atrevidas e inquietantes.
La visión de David Cronenberg sobre la vida humana está profundamente arraigada en el cuerpo físico. Su obra cuestiona intensamente nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestras relaciones con la tecnología, la violencia y la sexualidad. Su visión fundamental de la vida y la muerte influyó fuertemente en su obra. Sus películas a menudo exploran los límites entre el cuerpo humano y la mente, examinando cómo ambos pueden ser transformados, manipulados o distorsionados por fuerzas externas como la tecnología, las enfermedades o los traumas.
Premiado en Venecia y Cannes, el maestro del cine de terror corporal ha colaborado con grandes actores como Viggo Mortensen, Jeremy Irons, Ralph Fiennes, Jude Law, Willem Dafoe y, más recientemente, Julianne Moore, Kristen Stewart y Robert Pattinson.