En una entrevista con el diario español El País, la actriz marroquí-española Mina El Hammani, protagonista de “Raqqa: Spy vs. Spy”, analiza sus orígenes, su pasión por su profesión así como el reverso de su interpretación en esta película de suspense. Mina evoca los valores de trabajo y sacrificio que sus padres le inculcaron desde pequeña. Fueron decisivos en su carrera artística.
La actriz de 30 años, cuya carrera despegó en 2014, recuerda las pruebas que marcaron su elección profesional. Planteada de forma tradicional, la idea de querer ser actriz en España no fue recibida con entusiasmo. “Al principio, cuando dije que quería ser actriz, había miedo, desconfianza, pero mi familia confió en mí al ver mi perseverancia. No les estaba pidiendo apoyo financiero. Seguí mi camino con honestidad, sin poner obstáculos a nadie”, recuerda.
Hija de un obrero de la construcción y de una madre que fue cocinera en la embajada de Madrid, ‘la espía de Raqqa’, que dice estar ‘orgullosa de su familia’, describe cómo la educación de su madre moldeó su carácter. “Desde que tenía siete años, mi madre me dijo que podía llegar a ser lo que quisiera trabajando duro y haciendo sacrificios. Se trata de valores arraigados en la cultura marroquí. Le estoy muy agradecida, porque me aferré a ella desde mi infancia”, subrayó.
El thriller “Raqqa: Espía vs. Spy”, una coproducción hispano-marroquí-alemana, cuenta las aventuras de un espía ruso y un agente de Europol al amparo de una enfermera ceutí. Los dos, infiltrados en las filas de Daesh, se cruzan en Siria, en la ciudad de Raqqa, bastión de la organización terrorista. Aunque están en bandos opuestos, los dos espías comparten un objetivo idéntico: localizar la ubicación de un notorio líder yihadista con el objetivo de eliminarlo.
