El confinamiento a veces ha sido bueno. Youness Bousenna sabe algo sobre esto. A sus 34 años, el periodista residente en Aviñón (El mundo, Telerama etc.), dominó esta reclusión forzada para madurar la idea de un proyecto de libro y liberar su escritura a través de una primera novela: Presencias imperfectas publicado por Rivages, publicado durante la última temporada literaria, contiene un poco de él. Seguimos a Marc Pépin, un adolescente que arrastra los pies y el aburrimiento con su indescriptible amigo Mike en un centro comercial de Thiais (Val-de-Marne). Allí descubrimos sus primeras emociones juveniles y su elevación social. Marc se convertirá en periodista de un periódico El Fígaro.
Viajes al extranjero, reportajes desde zonas de guerra en Irán e Irak… Nos encontramos con los años 90 al ritmo del Eurodance y sus ensordecedores “boom booms”. El buceo está destinado a ser prometedor: un cambio hacia el año 2000, la llegada de Internet… El mundo inevitablemente cambiará, será mejor y renovará vidas. Marc navega por entornos que no son el suyo. Más que elevación social”,quiere salir de esta comodidad y de esta seguridad, de estos únicos horizontes de vida“, dice el autor.
Lo acompañamos en estos cientos de páginas que cuestionan la espera, el amor, la familia y el envejecimiento de los padres. ¿Qué hacemos con nuestros mayores? El autor cuestiona esta cuestión en esta novela, escrita tan potente como cuidada, y donde la soledad compite con las ganas de vivir intensamente. Ser libre. El libro se basa en una confesión, la de un hombre aplastado por su libertad pero en plena decadencia… ¡Shh!