lo esencial
Extraordinaria actividad, en el EHPAD, para niños extraescolares…cuando la música suena con láser y digital.
¡Los miércoles por la tarde es bien sabido que no hay clase! Sin embargo, si te hubieras acercado al colegio este 27 de noviembre, habrías visto a tus pequeños, alineados de dos en dos en la acera, supervisados por Laetitia, Maeva, Marion y Morgane.
Estos cuatro no son sus profesores sino los facilitadores de Yaka Jouer, la asociación encargada de las actividades extraescolares. Dirección: el EHPAD, para una experiencia musical inusual. Bajo la batuta del Bao Pao, un instrumento tan futurista como divertido, se unirían niños y mayores.
¿Qué es Bao Pao?
El Bao Pao® (varita asistida por computadora con chip en el oído) es un instrumento musical de cuerda láser. Mágico, está dirigido a todos: jóvenes y mayores, músicos o no, sanos o discapacitados.
Técnicamente, un rayo láser, conectado a una computadora y un altavoz, produce notas y piezas pregrabadas. Con una varita en la mano, simplemente corte el haz para activar una nota: se enciende un punto rojo y suena el sonido. La nota se detiene cuando regresa la baqueta. El tempo se ajusta al gesto, desde el piano hasta el fuerte.
Con un simple bastón eres músico y director de orquesta.
Todos se unieron al juego.
En el EHPAD, los residentes tuvieron una ventaja: algunos ya conocían el instrumento y aprovecharon la oportunidad para volver a tocarlo. Josette marcaba el ritmo con el pie, mientras Lydia, una cuidadora, se dejaba llevar en una roca y luego bailaba un vals con Solange, una residente. Noah, el funcionario cívico, y Anne, la pasante, también probaron el experimento, al igual que algunas familias presentes.
Los niños quedaron encantados. Imagínese: sin teoría musical, sin cuerdas ni pistones recalcitrantes; ¡Solo una varita y un movimiento de la mano! Khalessi, 7 años, Antone, Cataleya y Oscar entraron inmediatamente en juego. Adrien y Alec, orgullosos de su interpretación de “Champs-Élysées”, deleitaron al público. Con una melodía de Alain Souchon, Corinne, presentadora, se unió al espectáculo con Isabelle Soullier, locutora.
La tarde terminó por todo lo alto con un refrigerio traído por Bouchra: tartas de fresa y música, ¡un dúo de dulces placeres! Gran momento intergeneracional.