Cuando señalamos a Rachida Dati que su jornada del viernes 29 de noviembre comenzó con una visita a la catedral de Notre-Dame de París y terminó en la barcaza del club electrónico Le Mazette, la ministra de Cultura sonrió: “Fui educada en un establecimiento privado regentado por monjas del Santísimo Sacramento, ¡pero por la noche salía! »
En este establecimiento nocturno parisino el 12mi distrito, el concejal vino a anunciar la creación de una nueva etiqueta para “lugares de expresión y celebración artística”. Su nombre: “Club de Cultura”. “No se trata sólo de un logotipo, sino de apoyo, reconocimiento y protección a los clubes que, participando del descubrimiento artístico, de la aparición de nuevos talentos y de la libertad de expresión, son actores culturales plenamente participativos.se defendió. Mi lucha es el acceso a la cultura para todos, sin barreras. Estoy en desacuerdo con el discurso retrógrado que decide qué es o no es cultura. »
Los responsables de Culture Nuit (unión de locales de ocio cultural y musical nocturno) y del Collectif Culture Bar-Bars (federación nacional de cafés-concierto), cuyos establecimientos dependen del Ministerio del Interior, no han ocultado su satisfacción por asistir – veinte -seis años después de la creación, por parte de Jack Lang, del Techno Parade –una rueda de prensa organizada a las 22 horas por el Ministerio de Cultura en una discoteca de la capital–.
Una celebración simbólica
“Durante muchos años hemos necesitado reconocimiento. Durante demasiado tiempo hemos olvidado dónde nació esta música. Nos presentan sólo como lugares de fiesta y socialización, pero también somos lugares de conciertos”.insistió Aurélien Antonini, cofundador de Bonjour/Bonsoir (sociedad que gestiona cuatro espacios parisinos) y presidente de Culture Nuit. “La vida nocturna no se trata sólo de lugares para divertirse. Empleamos artistas y técnicos”recordó Olivia Schorestene, cofundadora de Mazette.
Esta nueva etiqueta es ante todo un símbolo. No supone ninguna ayuda económica pero garantiza que los clubes “son parte de la cultura”. “Seríamos estúpidos si rechazáramos esta celebración. Puede ayudar a cambiar la percepción del público en general, de las autoridades y de los municipios, que con demasiada frecuencia nos consideran lugares molestos y no lugares culturales”.cree Aurélien Antonini. “Jugamos un papel en el ecosistema cultural”añade Simon Boisson, vicepresidente del Collectif Culture Bar-Bars y representante de las discotecas del grupo Hotel & Restaurant.
Te queda el 36,88% de este artículo por leer. El resto está reservado para suscriptores.