En los cines el miércoles, este thriller político se sumerge bajo las túnicas de los cardenales en un juego de traiciones y mentiras en torno a la elección de un nuevo Papa. Es uno de los favoritos a los Oscar 2025.
Castillo de naipes en el Vaticano: Cónclaveque se estrena el miércoles en los cines, se sumerge bajo las túnicas de los cardenales en un juego de traiciones y mentiras en torno a la elección de un nuevo Papa, con un reparto impecable encabezado por Ralph Fiennes.
Fiennes interpreta al cardenal Lawrence, responsable de organizar el cónclave, esa asamblea de cardenales que elige al soberano pontífice tras la muerte del Papa. Una misión de alto riesgo, en un pequeño mundo de clérigos donde todos se conocen y donde los rencores son tenaces. Y los secretos inconfesables.
Sobre todo porque a las rivalidades políticas se suman las luchas internas, entre los defensores de una iglesia abierta al mundo y los guardianes del templo. Stanley Tucci y John Lithgow interpretan a dos de los hombres que compiten por el trono papal, junto a una monja, interpretada por Isabella Rosselini, una mujer poco común en este universo ultrapatriarcal.
Un thriller político
“Ningún hombre en su sano juicio querría el papado”, dice en un momento el cardenal Bellini (Tucci), un liberal que, sin embargo, quiere el puesto con la esperanza de frustrar a los conservadores que, en su opinión, provocarían una regresión social de la Iglesia. De la intriga al giro, la tensión va aumentando a lo largo de esta sesión cerrada, hasta un giro final totalmente inesperado.
“Quería hacer un thriller político en la tradición de las películas de los años 70, como Los hombres del presidente“Pero en un contexto que nunca había visto antes”, explicó a la AFP el director alemán Edward Berger, que sorprendió el año pasado en los Oscar al ganar cuatro estatuillas con su película pacifista In the West, nada nuevo – estrenada directamente en Netflix. en Francia.
Este año podría volver a ser un serio candidato con esta película, especialmente en la categoría de mejor actor, en la que Ralph Fiennes, de 61 años, fue nominado dos veces (La lista de Schindler y El paciente inglés) pero nunca ganó.
“Los Cardenales lo agradecerán”
Cónclave está adaptada de una novela del británico Robert Harris, cuyas obras ya han sido llevadas a la pantalla por Roman Polanski (El escritor fantasma o yo acuso). Filmada en escenarios muy realistas, incluida una reproducción de la Capilla Sixtina donde tuvo lugar la votación, en los estudios Cinecitta, la película también resuena con los problemas contemporáneos que enfrenta la Iglesia.
“Me parecía fundamental que se integrara todo lo que sucede en nuestra sociedad, los conflictos entre izquierda y derecha, reforma y conservadurismo…”, continúa el director.
“Roma ha sido una gran fuente de inspiración. Cuando vives en Roma, tomas tu café por la mañana y ves a una monja tomando café en la calle, dos cardenales fumando en una puerta, luego un arzobispo caminando con su maletín para ir a trabajar, y te das cuenta de que son simplemente personas como tú y como yo (…) con sus ambiciones, sus arrepentimientos, sus errores, sus pecados”, continúa.
“Hablamos con muchos cardenales antes del rodaje y nos dieron una idea de las realidades más importantes de su vida diaria. No hablaron del cónclave, por supuesto, porque esas puertas están cerradas y no se les permite entrar”. Habla de ello, es una elección secreta”. Por lo demás, tuvimos que inventar.
¿Una película blasfema?
Desde hace varios años, el cine se ha convertido en uno de los campos de batalla de los católicos conservadores, que intentan especialmente promocionar sus películas de “películas religiosas”. Cónclavetotalmente heterodoxo, ¿despertará la ira de estos círculos?
“Algunas personas pensarán que es una película blasfema, que no debería haberse hecho”, admite el cineasta. “Pero creo que la mayoría de los católicos, e incluso la mayoría de los cardenales, apreciarán la película porque verán que se acerca bastante a la realidad”, añade. “Las películas pretenden provocar debates (…) No se puede complacer a todo el mundo.”