“No queríamos hablar de eso”
Saâda Arbane, superviviente de una masacre durante la guerra civil en Argelia en los años 1990, habló en un canal argelino acusando a la autora de haber revelado su historia en la novela sin su autorización.
“La primera denuncia fue presentada a nombre de la Organización Nacional de Víctimas del Terrorismo” y “la segunda a nombre de la víctima”, dijo Me Benbraham, asegurando que su presentación se remonta a agosto, “unos días después se publicó del libro”, y mucho antes de la concesión del Premio Goncourt a la novela a principios de noviembre. “No queríamos hablar de ello, para que no se dijera que queríamos perturbar la nominación del autor al premio”, dijo.
Según este conocido abogado en Argelia, las denuncias se refieren “a la violación del secreto médico, ya que la doctora (la esposa de Kamel Daoud, ndr.) entregó todo el expediente de su paciente a su marido, así como a la difamación de las víctimas del terrorismo y la violación de la ley de reconciliación nacional”, que prohíbe cualquier publicación sobre el período de la guerra civil entre 1992 y 2002.
Una campaña difamatoria
El pasado viernes, Saada Arbane apareció en el canal de televisión One TV afirmando que la historia de la novela “Houris” es suya. Esta superviviente de un intento de degollamiento por parte de islamistas armados dijo que reconocía elementos de su vida: “su cánula (para respirar y hablar, nota del editor), sus cicatrices, sus tatuajes, su peluquería”.
Kamel Daoud no respondió a estas acusaciones, pero su editor francés Gallimard denunció el lunes las “violentas campañas difamatorias orquestadas por ciertos medios de comunicación cercanos a un régimen cuya naturaleza nadie ignora” contra el escritor desde la publicación de la novela. “Si Houris se inspira en los trágicos acontecimientos ocurridos en Argelia durante la guerra civil de los años 1990, su argumento, sus personajes y su heroína son puramente ficticios”, afirmó Gallimard.
La novela, ambientada en Orán, cuenta la historia de una joven que perdió el uso del habla durante una masacre el 31 de diciembre de 1999, durante la guerra civil que dejó 200.000 muertos, según cifras oficiales.