El submarino turístico “Titán” desapareció en el mar con cinco personas a bordo el año pasado. Estaba buceando alrededor de los restos del “Titanic”. Según el equipo del gobierno estadounidense que investiga la catástrofe, las transcripciones de las últimas comunicaciones entre la nave y su buque insignia, difundidas por Internet, son falsas.
Transcripciones de las últimas comunicaciones entre el “Titán” y su nave nodriza, el Polar Prince, antes de la implosión del submarino son falsas, según informa el New York Times, el lunes 10 de junio. Desaparecido en el Atlántico Norte durante una expedición cerca de los restos del Titanic el 18 de junio de 2023, el sumergible turístico de la empresa OceanGate sufrió un “implosión catastrófica” en las profundidades del océano. A bordo iban cinco hombres. Posteriormente, una supuesta transcripción de las comunicaciones entre el sumergible y el Polar Prince circuló ampliamente en Internet, en particular en YouTube y TikTok.
Esta detallada transcripción falsa habría comenzado a difundirse sólo unos días después del anuncio de la implosión del dispositivo por parte de la Guardia Costera estadounidense. Como explica el New York Times, ella “Contenía siglas especializadas de Titán, el nombre de un experto en naves nodrizas y representaciones creíbles del descenso del sumergible. En resumen, el informe detallado tenía un aire de autenticidad”. Según estos falsos intercambios, el “Titán” por ejemplo, advirtió a su buque insignia de una serie de alarmas relacionadas con el estado del casco. Entonces nada.
El New York Times cita al jefe del equipo que investiga el hundimiento: la Junta de Investigación Marina. Él es categórico: “esta es una transcripción falsa”y no hay evidencia de que los pasajeros del “Titán” estaban conscientes de la inminente implosión de su submarino. Según él, estas comunicaciones falsas están lo suficientemente bien hechas como para parecer reales, porque dan la impresión de pánico entre los cinco pasajeros del sumergible.
Como explica el periódico, los investigadores tuvieron acceso a grabaciones reales de las comunicaciones entre el submarino y el Polar Prince. Intercambios que, en el marco de la investigación, siguen siendo confidenciales. Éstas son las primeras revelaciones del equipo de expertos, recuerda el New York Times. Su informe final podría tardar años. Según el jefe de la Junta de Investigación Marina, esta investigación es particularmente compleja debido a la falta de testigos del desastre, la difícil extracción de datos de los dispositivos electrónicos y el hecho de que el lugar del desastre se encuentra frente a la costa de Canadá, en aguas internacionales.
