La elección de Donald Trump y los cambios relacionados con la inteligencia artificial generativa, desde sus consecuencias medioambientales hasta su impacto en la creación artística, se perfilan como los dos grandes temas de la Web Summit, un importante encuentro tecnológico europeo que se celebró esta semana en Lisboa. .
“Una nueva era Trump”, “Comprender los resultados de las elecciones americanas”… Varias sesiones intentarán descifrar lo que puede significar este segundo mandato del candidato republicano para la industria tecnológica global.
Contrariamente a la cautela mostrada durante su primera victoria en 2016, los grandes jefes del sector, desde Jeff Bezos de Amazon hasta Mark Zuckerberg de Meta, se apresuraron a felicitar al multimillonario, cuya campaña contó con el fuerte apoyo del magnate tecnológico Elon Musk.
El 47º presidente de los Estados Unidos podría, en particular, revisar o cancelar una controvertida orden ejecutiva de Joe Biden, que establece estándares voluntarios para la seguridad de la IA, con énfasis en la protección de la privacidad y la lucha contra los prejuicios.
Y, para deleite de los titanes americanos del sector, como OpenAI -en el origen de ChatGPT- o Microsoft, que temen que las normas ahoguen la innovación.
El crecimiento de esta tecnología, capaz de producir todo tipo de contenidos a petición simple en el lenguaje cotidiano y que llegó al gran público hace dos años, estará así en el centro de “Davos des geeks”.
– “Encrucijada” –
“Este año, la Web Summit se ha convertido en una de las mayores reuniones sobre inteligencia artificial”, dijo Paddy Cosgrave, cofundador del evento, el lunes durante la noche inaugural.
Se espera que más de 70.000 participantes, entre ellos 3.000 empresas emergentes y 1.000 inversores, debatan sobre el tema.
“Estamos en una encrucijada”, resumió en el escenario el astrofísico Max Tegmark, presidente de la asociación Future of Life Institute, que advierte periódicamente sobre los posibles abusos de la IA.
“O tomamos el camino equivocado, construimos inteligencia artificial general (es decir, comparable o incluso superior a la humana, nota del editor), perdemos el control y hay muchas posibilidades de que dentro de diez años estemos todos muertos”, resumió . “O tomamos el camino correcto y creo que puede superar nuestras esperanzas más locas”.
“Habrá turbulencias”, coincidió Thomas Wolf, de la start-up Hugging Face, una plataforma para compartir modelos de inteligencia artificial con acceso abierto.
Ya sea distópico o encantador, una certeza: el futuro no sucederá sin IA.
Vendrán empresas y grandes nombres del sector para discutir cómo piensan aprovecharlo.
Cristiano Amon, jefe de Qualcomm, especialista estadounidense en tecnologías móviles y procesadores para smartphones, así como Brad Smith, presidente de Microsoft, presentarán, por ejemplo, sus avances en este ámbito.
Gabriele Mazzini, uno de los autores del reglamento europeo sobre inteligencia artificial, que entró en vigor en agosto pero que la mayoría de las medidas no se aplicarán hasta 2026, vendrá a discutir el desafío de encontrar un equilibrio entre innovación y limitación de riesgos.
El guionista y director de la serie británica “Peaky Blinders”, Steven Knight, hablará sobre el impacto de la inteligencia artificial en el mundo del cine y las series, mientras que la cantante británica Imogen Heap explicará cómo se puede utilizar la IA como herramienta de creación musical .
Las consecuencias climáticas del auge de esta tecnología que consume mucha energía también se examinarán en conferencias con títulos evocadores, como “¿Protección o catástrofe? La IA y el medio ambiente” o “El insaciable apetito energético de la IA”.
Entre los otros protagonistas, el cantante y diseñador de moda Pharrell Williams abogó el lunes por la noche por la diversidad en los negocios y también se espera en Lisboa al presidente del gigante chino del comercio electrónico Alibaba, Kuo Zhang.
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