“¿Podré quedarme en Montecito?” Ésta es la pregunta que se hace Harry tras la segunda victoria de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Porque el príncipe, aunque casado con una americana, no tiene la nacionalidad de su país de adopción. Sólo posee un visado, debilitado desde la publicación de su autobiografía publicada en enero de 2023.
El consumo de cannabis, ¿un obstáculo para la visa de Harry?
En El sustituto, Harry admite haber consumido cannabis. Esto puede constituir motivo para denegar la obtención de una visa estadounidense. Basándose en este principio, The Heritage Foundation, un think tank conservador con sede en Washington, solicitó en junio de 2023 el expediente migratorio del príncipe al Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense. Este último se niega, creyendo: “que no existe ningún interés público en su divulgación suficiente para superar los intereses de la vida privada del sujeto”.
La Fundación Heritage llevó entonces el caso a los tribunales para obtener la obligación de revelar este famoso expediente. En septiembre pasado, el juez Carl J. Nichols rechazó la solicitud y dictaminó que: “El público no tiene un gran interés en la divulgación de los registros de inmigración del Duque”.
La segunda elección de Trump reorganiza las cartas. En primer lugar, la victoria del candidato republicano puede animar a la Heritage Foundation a apelar la decisión del juez Carl J. Nichols. En caso de victoria, la declaración del Príncipe Harry podría ser examinada, y en el pasado a algunos conocidos ex “adictos” se les ha negado la entrada a Estados Unidos. ¿Llegará tan lejos el asunto?
Trump y Harry: una enemistad personal que podría cambiarlo todo
En cualquier caso, la pareja no puede contar con el apoyo del nuevo elegido. el 47th El presidente estadounidense nunca ha ocultado su enemistad hacia los duques de Sussex. Esta última incluso había considerado abandonar Estados Unidos durante la campaña para su primer mandato. Y por su parte, Harry es muy cercano a Jill Biden, la esposa del expresidente. La ex primera dama y el príncipe se reunieron durante los Juegos Invictus, en particular en Orlando en 2016 y en Toronto en 2017, cuando Joe Biden era vicepresidente. No dispuesto a perdonar, ¿utilizará Donald Trump su estatus para reabrir la cuestión migratoria? El presidente republicano no tiene miedo de nada. Ya lo ha demostrado.
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