Entre Little Ponies y la vieja Nintendo: 2.500 fans de la cultura pop visitaron Retromania en Payerne

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Más de 2.500 visitantes invadieron la sala del festival con motivo de la sexta edición de Retromania. Dado el éxito, la convención se celebrará durante dos días en 2025.

Entre los stands que destacaron, el de Cléa Torjman y sus muñecas, ponis y cajitas brillantes. © Jean-Baptiste Morel

Entre los stands que destacaron, el de Cléa Torjman y sus muñecas, ponis y cajitas brillantes. © Jean-Baptiste Morel

Publicado el 28/04/2024

Tiempo estimado de lectura: 5 minutos

El salón de fiestas de Payerne parecía el sábado la cueva de Ali Baba. La asociación Retromania organizó su encuentro anual homónimo que puso de relieve la cultura popular.

Más de 80 aficionados expusieron objetos de colección y creaciones relacionadas con videojuegos o series y películas de su infancia. En total, asistieron a la convención 2.500 personas, frente a las 2.000 del año anterior. El éxito es tal que en 2025 los organizadores se marcharán durante dos días, el 26 y 27 de abril.

Los visitantes ya no sabían a dónde acudir en este espacio de casi 2500 m2. Cada stand tiene su nostalgia, ya que muchos de los hallazgos expuestos ya no están en las estanterías. Desde juegos de mesa hasta las primeras consolas e incluso juguetes de culto, esta mezcla cultural desde los años 80 hasta la actualidad me trajo muchos recuerdos.

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Él canta Goldorak

En el programa de esta sexta edición había clásicos como la sala arcade, diversos talleres en torno a las cartas coleccionables, torneos de videojuegos, subastas… Además de algunas novedades, detalladas por Nicolás Quiquerez, un Staviacois de 44 años, vice -presidente de la asociación Retromania: “Tenemos dos estructuras hinchables, más máquinas de pinball y un taller de personalización de figuritas. En cuanto al entretenimiento, organizamos una búsqueda del tesoro a través de nuestra aplicación, un concurso, un sorteo y una votación por los mejores créditos del anime.

En este sentido, este año la convención contó con un invitado de honor. Originario de Vaucluse (Francia), Francky Spike interpreta temas musicales de anime en francés y japonés (serie o película animada de Japón, nota del editor). En su repertorio menciona el “Caballeros del Zodiaco, Las ciudades de oro, Goldorak, albatoro Pokémon“. Este hombre de 48 años creció con Club Dorothée y siempre le encantó cantar. Tanto es así que hizo de ello su profesión.

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“En 2016 decidí unir mi pasión por el canto y la del anime”

franky pico

“Básicamente canto música ecléctica, que va desde la opereta hasta el pop rock. En 2016, decidí combinar mi pasión por el canto y la del anime”. Su presencia en la convención, como parte de la votación, fue la primera. “Cada hora en la aplicación Retromania, los visitantes pueden elegir entre tres créditos. Actúo en el escenario el que obtiene más votos”, explica el cantante. Al empezar la tarde, Francky Spike ya había dado voz a Nicky Larson, Astro el pequeño robot o Posición pole. tres animes transmitido en las décadas de 1980 y 1990.

Una pasión inspiradora

La pasión por la cultura popular se vive de diferentes maneras. Hay, en particular, quienes no se pierden ningún episodio de los dibujos animados, otros que interpretan los créditos, como Francky Spike, y quienes crean, como Marlène Rey. Méziéroise, de 35 años, expresó su amor por los mundos visuales del anime en trozos de tela. La diseñadora vivió la convención como visitante y ya va por su cuarta participación como expositora. Cose diferentes cosas, como toallas de papel reutilizables o incluso coleteros con motivos manga.

“Empecé hace cuatro años cuando nació mi primer hijo. Primero cosí pantuflas y luego móviles para bebés para mis amigos y colegas. Ellos lo amaron.” En aquella época no sabía coser. Aprendió todo casi sola. “Vi muchos videos en Internet y un amigo me ayudó”. Almohada de lactancia, saco de dormir o incluso certificado de nacimiento: Marlène Rey orienta sus creaciones según los pedidos de los clientes. Tenga en cuenta que para venderlos legalmente, el cocinero debe adquirir una licencia de los creadores de los diseños. Los más conocidos ascienden a varias decenas de miles de francos.

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Pasear por los pasillos de Retromania significa encontrarse con entusiastas que saben mucho sobre los juguetes con los que crecieron. Frente al escenario se encontraba una de las gradas que destacaba. Las mesas, decoradas con un mantel rosa, sostenían estantes sobre los que se disponían cajas de colores pastel que, una vez abiertas, transportaban a la pequeña que las sostenía en sus manos a un universo brillante. Cléa Torjman, 27 años, colecciona Little Ponies, Polly Pockets y Sky Dancers, estos muñecos que se impulsaban en el aire tirando de una cuerda.

Anécdotas compartidas

Inició su colección durante el Covid, con lo que quedó de su infancia. Acababa de terminar sus estudios como ilustradora. “Podría gastar hasta 1.000 francos al mes en esto”, recuerda quien participa por primera vez y que hizo el viaje desde Meyrin (GE).

¿Sabías por qué estas muñecas bailarinas desaparecieron repentinamente de los parques infantiles a principios de los años 2000? “Cuando los lanzamos, no sabíamos dónde iban a aterrizar. Hay hermanitos a los que les hirieron los ojos”, afirma Cléa Torjman. Según Wikipedia, se habían retirado del mercado 10 millones de copias.

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