Reseña La mujer que huye

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Casi 10 años después de su publicación, la novela La mujer que huye, de Anaïs Barbeau-Lavalette, se traslada magistralmente al escenario del Théâtre du Nouveau Monde en una interpretación coral que crea un auténtico cuadro vivo y un puro objeto de belleza.


Publicado ayer a las 14:37



“Mi vida es como un lienzo automático”, dice Suzanne Meloche, en La mujer que huyeEl espectáculo es una adaptación de la novela más vendida de su nieta, Anaïs Barbeau-Lavalette. La artista y poeta (Auroras centelleantes) evoca así su existencia a lo largo de casi un siglo. Libre y caótica, luminosa y frágil, valiente, anárquica y… autodestructiva.

Tras la muerte de su abuela, Anaïs Barbeau-Lavalette escribió este libro para intentar comprender a esta mujer que nunca conoció y que abandonó sus responsabilidades junto con sus hijos pequeños. La novela también expone la vida de los artistas durante la Gran Oscuridad, una época asfixiante en la que la creación en Quebec se hacía en detrimento de los valores del corazón y de la bondad. No se puede hacer una revolución artística sin romper los lazos…

Un objeto de belleza

Bajo la magnífica dirección de Alexia Bürger y la fluida banda sonora de Sarah Berthiaume, este espectáculo condensa intensamente la historia de Anaïs Barbeau-Lavalette. Para convertirla en una obra coral, la llevan a cabo un colectivo de diecinueve intérpretes (entre ellas dos jóvenes actrices que actúan alternativamente) y brillantes diseñadores.

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FOTO YVES RENAUD, CEDERADA POR TNM

La escenografía, diseñada por Simon Guilbault, es de una rara belleza.

De entrada, hay que destacar la calidad de la escenografía realizada por Simon Guilbault. Forma un inmenso lienzo blanco, con grandes escaleras por donde se despliega el coro, en un decorado impecable. La espléndida iluminación de Martin Labrecque se deposita, como manchas de colores vivos, sobre este decorado blanco inmaculado. Si a esto le sumamos el bellísimo vestuario de Julie Charland (en particular la capa de peluches en la que se refugia François), el resultado es un cuadro vivo y colorido. ¡Un objeto escénico de una belleza poco común!

En el papel de narradora y alter ego de la novelista, Catherine De Léan muestra seguridad y reserva, como una buena observadora que intenta recrear la vida de su abuela, sin juzgarla. Suzanne Meloche es interpretada por cinco intérpretes, desde la infancia hasta la vejez, entre ellas tres grandes actrices de teatro: Marie-France Lambert, que tiene una escena memorable, Louise Laprade y Eveline Gélinas.

Cercana a los Automatistas a sus veinte años, la poeta fue la primera esposa del pintor Marcel Barbeau, interpretado con gestos expresionistas por el actor-bailarín Jacques Poulin-Denis. Encontramos otras figuras importantes de este movimiento, entre ellas Borduas, defendido por el siempre justo Alex Bergeron y un Claude Gauvreau petardo, encarnado por la maravillosa Olivia Palacci. Mencionemos también la interpretación muy conmovedora de Daniel Parent en el papel del hijo enfermo, François Barbeau.

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FOTO YVES RENAUD, CEDERADA POR TNM

Zoé Tremblay-Bianco (centro) interpreta a Suzanne Meloche, una veinteañera.

Un siglo en una sola pieza

Esta adaptación teatral logra recorrer una época rica en un acto de menos de 90 minutos, sin pausas. Tenemos pocas reservas, excepto por el uso de un bailarín cuando Alex Bergeron recita un extracto del manifiesto. Rechazo general. Se trata de un texto ya muy cargado de significado, no hace falta añadir gestos. La interpretación del coro puede parecer un poco fría, declamada, por momentos… Pero nada que desmerezca este espectáculo tan logrado y conmovedor.

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FOTO YVES RENAUD, CEDERADA POR TNM

Alex Bergeron, a la derecha, ofrece extractos de Rechazo global.

La noche del estreno, el jueves, al ver a Alexia Bürger, Anaïs Barbeau-Lavalette y Sarah Berthiaume subir al escenario para hacer la última reverencia, no pudimos evitar alegrarnos con ellas. Un siglo después del nacimiento de la heroína de La mujer que huyeHe aquí tres mujeres/madres/artistas realizadas que han dado a luz una espléndida producción, un extraordinario objeto teatral. Como la novela, la obra viene a aliviar las heridas y el sufrimiento de nuestras abuelas. Y de todas aquellas mujeres inconformistas que, a mediados del siglo pasado, pagaron caro el precio de su libertad.

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La mujer que huye

La mujer que huye

Por Anaïs Barbeau-Lavalette

Dirección: Alexia Bürger. Con Catherine De Léan, Marie-France Lambert, Eveline Gélinas y otros 16 intérpretes. En el TNM, hasta el 11 de octubre

8/10

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