Tras dos años y medio de colas en el exterior de las tiendas, el exitoso reloj de Swatch vuelve a sorprender.
Con Swatch, nunca hay que decir nunca jamás… En dos años y medio de existencia, la colección Swatch MoonSwatch ha sido sin duda el mayor acontecimiento relojero de este siglo. Un lanzamiento sorpresa, la fusión de un Swatch Bioceramic y el diseño de un Omega Speedmaster, millones de ejemplares vendidos, colas interminables delante de las boutiques Swatch (¡algo inaudito, sobre todo para las ediciones no limitadas!)… ¿Escasez? Hay que haber visitado las líneas de producción de alta tecnología de Swatch para entender lo lejos que está de ser evidente su producción y que no se puede aumentar el volumen en un abrir y cerrar de ojos. Fabricar los MoonSwatch lleva tiempo, de ahí el hecho de destilarlos en boutiques en función de las entregas. Y Nick Hayek, responsable del Grupo Swatch, se había mantenido básicamente fiel a los hábitos de la casa: ser disruptiva, producir internamente y vender en sus propias boutiques, y no en línea.
Pero los tiempos están cambiando: por fin, el MoonSwatch, el reloj de los astronautas, así como el Scuba Fifty Fathoms, que retoma las líneas del famoso reloj de buceo de Blancpain, se ofrecen a la venta en línea. En cualquier caso, en Estados Unidos y China, lo cual es lógico: dado el tamaño de estos países y su baja densidad de tiendas Swatch, ¿qué podría ser más lógico que terminar ofreciéndolo para su compra en línea? Por supuesto, pero ¿qué pasa con Europa, y especialmente con Francia? Por el momento, si quieres darte el gusto de comprar las últimas encarnaciones, como las versiones de Snoopy que tuvieron mucho éxito o el Mission on Earth, tendrás que seguir haciendo cola. Al menos por el momento…