No existe un formato estándar de propiedad responsable, pero tiene varios requisitos. Se actualizan a priori los estatutos de la sociedad, el pacto de accionistas y el reglamento del consejo de administración para que el modelo funcione.
La misión de la empresa debe ser incluidos en los estatutos. “Este documento es público y su modificación se hace ante notario y sólo previa asamblea general. Incluir objetivos lo más precisos posibles para que el consejo de administración no se desvíe”, especifica Michel Jaccard, cofundador de Id Est Avocats. Por ejemplo, notificaremos la reducción del x% de las emisiones de carbono o de plásticos, el aumento del x% de mujeres en puestos directivos o la negativa a trabajar con determinados socios perjudiciales para el planeta.
En el acuerdo de accionistas se incluirán las reglas para la transmisión de acciones y los términos de distribución de utilidades. Así podremos planificar una parte para la misión y una parte reinyectada en la sociedad. Este acuerdo puede modificarse fácilmente, de ahí el interés en proporcionar un “bloqueo de misión” para proteger su misión.
Otorgar derechos de veto individuales a diferentes partes interesadas (empleados, clientes, representantes de una asociación medioambiental o mediador como Purpose) también es una posible estrategia.
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