El pobre Martin McGuire definitivamente no tendrá un respiro.
Después de un año 2024 marcado por enfrentamientos verbales con Martin St-Louis, el célebre narrador de los partidos de los Montreal Canadiens se encontró en una situación embarazosa frente a Jakub Dobeš, el joven portero de los Habs.
Lo que se suponía que sería una simple entrevista posterior al partido se convirtió en otro episodio de malestar público, capturado por la cámara y ahora grabado en la memoria.
Todo empezó después de la victoria del canadiense contra los Washington Capitals, donde Dobeš brilló en su tercera titularidad en la NHL.
McGuire, buscando resaltar la dificultad de jugar en un estadio como el Estadio Capital Oneintentó obtener un comentario del joven portero sobre la intensidad de la experiencia.
McGuire: « Realmente es un anfiteatro difícil. Es un lugar difícil para los oponentes. ¿Fue difícil ganar aquí? »
Dobes: «¿Aquí? »
McGuire: “Sí, es un lugar difícil para jugar. »
Dobes: “No, nada se compara con el Bell Center. Eso es todo. »
Visiblemente sorprendido e incómodo, McGuire intentó reformular para obtener una respuesta más matizada:
McGuire: “Pero en el Bell Centre, los aficionados están de tu lado. »
Dobes: “Sí, pero todavía me da escalofríos. Es increíble. No, nada se compara con el Bell Centre. Entonces creo que no importa dónde juguemos, estamos preparados. »
Dobeš, imperturbable y lleno de convicción, descartó la idea de que jugar en Washington pudiera resultar intimidante, e inmediatamente llevó la conversación al Bell Centre.
Mientras tanto, McGuire, visiblemente angustiado, buscó a tientas las palabras, en vano, para salvar las apariencias.
Aquí está el incómodo extracto del vídeo. El pobre McGuire estaba sudando. Estaba caliente… muy caliente…
Esta escena captó la atención por varias razones. En primer lugar, McGuire, acostumbrado a hacer preguntas incisivas, esta vez pareció abrumado por la confianza de su interlocutor.
El joven Dobeš, de 22 años y aún en el comienzo de su carrera, respondió con notable confianza, transformando una pregunta inofensiva en una declaración de amor para el Bell Center y sus aficionados.
Pero para McGuire, este intercambio dio un giro desastroso. Ya maltratado públicamente por Martin St-Louis en varias ocasiones en 2024, el periodista se encontró una vez más en el punto de mira, sudando copiosamente e incapaz de controlar la situación.
La escena captada por las cámaras desató risas en las redes sociales, donde McGuire rápidamente se convirtió en el símbolo del periodista que siempre es recogido.
Mientras McGuire sufría más humillaciones, Jakub Dobeš seguía impresionando con su serenidad y aplomo, tanto dentro como fuera del hielo.
Contra los Capitals, detuvo 15 de 17 tiros, manteniendo su récord perfecto en la NHL y ayudando a los Canadiens a obtener una estrecha victoria por 3-2 en tiempo extra.
Dobeš no ocultó su entusiasmo por jugar contra Alexander Ovechkin, a quien considera uno de los mejores jugadores de la historia.
“Es el mejor goleador de todos los tiempos, pronto lo será”dijo antes del partido. Incluso admitió haber observado de cerca a Ovechkin durante el calentamiento:
“Quería verlo dibujar, ver de qué lado coloca el disco. »
En el hielo, Dobeš estuvo a la altura del desafío y atajó de manera clave un tiro de Ovechkin en el juego de poder, un clásico de la leyenda rusa.
“¡Probablemente grabaré esta parada en mi teléfono!” » Dobeš bromeó después de la reunión, demostrando humor y humildad.
A pesar de sus éxitos, Dobeš no ha sido perfecto. Encajó un gol en el primer tiempo haciendo una ligera trampa, anticipando un pase a Ovechkin que nunca llegó.
“Estaba haciendo un poco de trampa. Tampoco se puede respetar demasiado a un rival. Me alegro de haberme adaptado después.
Incluso si es muy bueno, no se puede respetar demasiado a un jugador. Esto es lo que aprendí hoy. »
Este tipo de aprendizaje rápido es una señal prometedora para el joven portero, que recientemente comenzó su carrera en la NHL.
En tres aperturas, ha demostrado una capacidad impresionante para adaptarse y manejar la presión, dos cualidades esenciales para triunfar en un mercado exigente como Montreal.
Más allá de las actuaciones individuales, la victoria ante Washington demostró la creciente madurez del canadiense como equipo.
Perdiendo 2-0 después de un período, los Habs respondieron con calma y determinación, anotando tres goles sin respuesta para arrebatarle la victoria.
Cole Caufield anotó el gol número 100 de su carrera, Emil Heineman continuó su buena temporada con su noveno gol y Kirby Dach encontró el fondo de la red por tercer partido consecutivo.
Por su parte, Samuel Montembeault, que entró como relevo tras una difícil salida en su último choque contra Washington, brilló al final del partido para conservar el liderato.
Para McGuire, este intercambio con Dobeš es un nuevo episodio de una serie de interacciones difíciles con miembros de la organización Canadiens.
Después de un año marcado por acalorados enfrentamientos con Martin St-Louis, parece que ni siquiera los jugadores jóvenes están dispuestos a darle un respiro.
El contraste entre la tranquila confianza de Dobeš y el aparente nerviosismo de McGuire es sorprendente. Mientras el joven portero construye poco a poco su reputación en la NHL, el veterano periodista parece acumular momentos embarazosos.
Este intercambio quedará grabado como un momento clave en la joven carrera de Jakub Dobeš, no por su desempeño en el hielo, sino por la forma en que manejó la presión.
Al afirmar con seguridad que nada se compara con el Bell Centre, no sólo demostró su amor por Montreal, sino también su comprensión de lo que hace que este mercado sea único.
Para Martin McGuire, por otro lado, el episodio es un crudo recordatorio de los desafíos de trabajar en un entorno donde cada palabra es analizada e incluso los novatos pueden poner a la defensiva a un periodista experimentado.
Mientras el canadiense continúa ampliando su racha de victorias, una cosa es segura: Jakub Dobeš, con su talento y su acero mental, está en camino de convertirse en una figura importante en el equipo.
En cuanto a McGuire, es posible que tenga que aprender a navegar sus entrevistas de manera más sutil si quiere evitar ser, una vez más, el tema involuntario de las conversaciones.
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