Anoche, los Montreal Canadiens demostraron una valentía conmovedora.
Al final del tercer tiempo, las tropas de Martin St-Louis respondieron con dos goles cruciales para ganar 4-3.
En el centro de esta victoria, Lane Hutson, el joven defensa de 20 años, dejó su huella, y las palabras de Dany Dubé sobre él resonaron en todos los que las escucharon.
Lane Hutson no tuvo un comienzo perfecto la noche. Dos errores notables condujeron directamente a los goles de los Red Wings.
El primero, una lamentable pérdida de disco en la línea azul, permitió brillar a Patrick Kane, aprovechando un rápido contraataque que Kirby Dach no pudo contener.
El segundo, un intento de rebote perdido que fue interceptado por Michael Rasmussen, se convirtió en un gol de Tyler Motte, dejando a Hutson visiblemente frustrado.
Fue necesaria la intervención tranquila y tranquilizadora de Stéphane Robidas para reorientar al joven defensa.
Pero es en estos tiempos difíciles cuando se revelan los verdaderos campeones. Como señaló Dany Dubé al analizar el partido con Mario Langlois en el 98.5 FM.
“Hutson me impresionó esta noche. Después de sus errores, fue él quien provocó el penalti que llevó a la ventaja numérica, que desembocó en el gol que marcó la diferencia.
Entonces lo viste decirse… Lo oí hablarme tanto que lo vi decir: “No es verdad. No soy yo quien va a costar el partido. Es demasiado importante”. Me encantó lo que vi de este pequeño. »
Estas palabras, pronunciadas con pasión, capturan la esencia de Lane Hutson: un jugador decidido a aprender de sus errores y sobresalir.
A pesar de sus 34 partidos de experiencia en la NHL, Hutson ya está dando señales de ser un gran jugador del futuro. Su habilidad para manejar el disco, su visión del juego y su movilidad evocan las de un veterano experimentado.
Anoche, después de obligar a Joe Veleno a ejecutar un penalti cerca de la red contraria, Hutson orquestó el ataque masivo que condujo al gol decisivo de Patrik Laine, su séptimo en ocho partidos. Este juego preciso y metódico, casi telegrafiado, sigue siendo despiadado.
Para Dany Dubé, estos altibajos son característicos de los grandes novatos en ciernes. Lane Hutson encarna una lección de humildad y resiliencia: no se trata de evitar errores, sino de saber aprovecharlos para crecer.
Un día, como predijo Dubé, Hutson podría ser reconocido como la primera selección en el draft de 2022.
Por ahora, continúa creando su identidad en una NHL despiadada, pero cada juego, incluso imperfecto, lo acerca un poco más a su potencial como pieza central de los Canadiens.
Anoche, Lane Hutson no sólo contribuyó a la victoria: recordó a todos que las estrellas nacen de la adversidad.
Sobre todo porque las burlas de los aficionados contrarios, en particular de los Maple Leafs, se multiplicaron en las redes sociales durante el partido, a veces con una malicia que iba más allá del marco deportivo.
Pero Hutson respondió de la mejor manera posible: sobre el hielo.
“Este pequeño se niega a permitir que los críticos definan su valor. Después de sus errores, tomó el mando, provocó un penalti crucial y ayudó al canadiense a darle la vuelta al partido. Es este tipo de actitud la que convierte a un buen jugador en una leyenda. » añade Dubé.
Hutson, a pesar de la colosal presión sobre sus hombros, demostró que tenía lo necesario para ser grande. Su capacidad para concentrarse en el momento, aprender de sus errores e influir en el curso del juego no sólo respondió a sus detractores, sino que también inspiró a sus compañeros.
El mal lenguaje de las redes sociales podría haber quebrado a un jugador menos resistente. Aún así, Hutson no dejó que eso lo deprimiera. Estos ataques, aunque injustos, sólo reforzaron su motivación.
Cuando forzó un penalti en el tercer tiempo, mostró una tenacidad poco común. Y cuando orquestó el ataque masivo que condujo al gol de Patrik Laine, demostró que sus famosas fintas, burladas por sus detractores, no son sólo un “espectáculo”, sino un arma formidable.
Es significativo que Lane Hutson ya sea tan criticado. Como señala un conocido proverbio: no se dispara a quien no supone una amenaza.
Los fanáticos contrarios, particularmente los de Toronto, temen el potencial de un joven defensor que, a pesar de sus errores juveniles, muestra una madurez y un talento poco comunes.
Hutson, con sólo 20 años, ya ha demostrado que tiene lo necesario para convertirse en una pieza central de los Canadiens.
Lo que Lane Hutson está pasando hoy es un rito de iniciación. Los grandes jugadores, los que hacen historia, saben aprovechar las críticas para superarse.
Hutson no tiene nada que demostrar a quienes dudan de él. Él da su respuesta cada vez que está en el hielo.
Y un día, esos mismos detractores que se ríen de sus errores serán los primeros en reconocerlo.
Mientras algunos intentan menospreciarlo, Hutson ya mira hacia el futuro.
Y si el pasado sirve de indicador, su futuro parece brillante. A sus críticos de bajo nivel ya responde con un mensaje claro: mira y admira.
Lane Hutson llegó para quedarse.
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