En Bangkok, la familia Karrer podría jugar la prórroga

“Hice muchos amigos”, dice Louis Karrer, de nueve años, por teléfono desde Bangkok. Desde hace casi un año y medio vive en la capital tailandesa con su hermano Luc, de siete años, y sus padres; Allí asistió a la escuela suiza. “Mi mejor amigo también se llama Louis, por eso ahora me llaman Luigi en el colegio”, dice con orgullo.

Al principio, Louis y Luc no estaban muy entusiasmados con el plan de sus padres de vivir en el extranjero. “Tuvimos que prometerles que luego regresaríamos a casa”, dijo su madre Stephanie Karrer antes de su partida al extranjero en el verano de 2023.

Este sigue siendo el caso hoy. “Extraño mis juguetes, la nieve y nuestra casa en Suiza”, dice Luc. Si fuera por él, volvería pronto a vivir a Suiza.

Conducir por Bangkok con el nuevo coche familiar: un carrito de golf.

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Las vacaciones allí ayudaron

Pero en general todos se aclimataron muy bien. “Los 17 kilos de Lego que nos llegaron facilitaron las cosas”, explica Stephanie Karrer, que trabaja como profesora en la escuela suiza. El hecho de que la familia todavía estuviera de vacaciones en Bangkok antes de emigrar también tuvo un efecto muy positivo en la expatriación.

“Louis y Luc pudieron así hacerse una idea de su futuro hogar”, explica su padre, Marius Karrer. Además, era importante que ya conocieran a la gente. “Así que los niños ya tenían en mente un compañero de juegos”, añade Stephanie Karrer.

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Encontrar su lugar en un nuevo rol

La familia Karrer se encuentra ahora casi en la mitad de su aventura en el extranjero. Estaba previsto que Stephanie y Marius Karrer intercambiaran papeles durante tres años. Ella trabaja a tiempo completo como profesora en una escuela suiza, él se ocupa de las tareas del hogar y de los niños. Primero ambos tuvieron que acostumbrarse a esta nueva vida familiar.

Stephanie Karrer explica que al principio le resultó difícil dejar de lado las tareas organizativas cotidianas. Y para Marius Karrer, antiguo contable administrativo, resultaba desconcertante no tener ya una visión general de las finanzas. De hecho, como acompañante, el ama de casa no tiene derecho a tener su propia cuenta bancaria en Tailandia. Pero “ahora todo va muy bien”, comenta Marius Karrer sobre el intercambio de roles entre los dos socios. Él mismo tiene tres actividades: estudiante, ama de casa y entrenador de fútbol.

En las proximidades de la Escuela Suiza de Bangkok se ha fundado desde hace dieciocho meses una escuela de fútbol. Ahora también se ha sumado el Borussia Dortmund de la Bundesliga alemana. En la capital tailandesa, los dos muchachos Karrer entrenan ahora en la BVB International Academy Tailandia. Marius Karrer entrena al equipo de Luc y a un equipo femenino.

Marius Karrer llega a Bangkok como entrenador de fútbol en la BVB International Academy Tailandia.

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¿La familia jugará horas extras?

Con su trabajo al 100%, Stephanie Karrer está muy ocupada. “Hace mucho tiempo que no trabajo a tiempo completo en Suiza”, afirma. Además, en Tailandia no hay medio día de escuela gratuita a la semana, como suele ocurrir en Suiza. Por tanto, no tiene la oportunidad de pasar tiempo en casa con sus hijos.

Pero en la fase actual en la que se encuentran sus hijos, su marido es exactamente la persona que necesita para estar más presente en casa. “No podría ofrecerles ciertas cosas que necesitan ahora como puede hacerlo mi marido”, cree.

A los dos chicos Karrer les encanta el mar, al que se puede acceder fácilmente desde Bangkok.

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Aún está en el aire si la familia Karrer prolongará su estancia en Tailandia. “Aquí nos encanta nuestra casa, nuestros nuevos amigos, el entrenamiento de fútbol y el mar”, dice Louis. A diferencia de su hermano, a Louis le gustaría quedarse más tiempo. Y el matrimonio Karrer tampoco se opone a jugar la prórroga. De hecho, el modelo familiar actual les permite, cuando Stéphanie, la profesora, no está en clase, pasar mucho tiempo en familia. “Algo que no es tan fácil de implementar en Suiza”, afirma.

Lo que todos echan de menos es la comida: “Mis padres acaban de traer 94 paquetes de galletas saladas de Suiza”, dice Marius Karrer. Los refrigerios saludables para los niños a la hora de la merienda son raros en Tailandia. Y con las temperaturas abrasadoras, a veces añoran el clima más fresco de Suiza. “A veces incluso hace demasiado calor para jugar al fútbol al aire libre”.

En retrospectiva, los Karrer no cambiarían nada. Son unánimes: su estancia en el extranjero –cualquiera que sea su duración– es un éxito.

Revisado y verificado por Balz Rigendinger. Traducido del alemán por Emilie Ridard usando DeepL/ptur