Keith Primeau, ex jugador estrella de la NHL y padre de Cayden Primeau, salió de su silencio para criticar abiertamente la gestión de su hijo por parte de los Montreal Canadiens.
Incapaz de permanecer pasivo ante la situación actual, el padre protector expresó su enojo y decepción por el trato dado al joven guardia.
Debo admitir que estoy de acuerdo con él.
Si yo estuviera en su lugar, habría exigido que me colocaran en waivers para regresar a la Liga Americana.
Lo que le estamos haciendo es inaceptable. Si no crees en él, déjalo ir para que encuentre su confianza en otra parte.
Desde el inicio de la temporada, Cayden Primeau se ha convertido en blanco de críticas, un chivo expiatorio fácil para explicar las malas actuaciones del canadiense.
El jueves por la noche, durante la humillante derrota contra los Pittsburgh Penguins, se vio enviado a una situación desesperada en relevo de Samuel Montembeault, mientras el equipo ya estaba en desorden.
Keith Primeau, visiblemente frustrado, no puede soportarlo más.
¿Por qué enviarlo a una causa perdida? Así no es como se desarrolla un portero. No lo proteges, lo sacrificas.
Para Keith Primeau, la solución es clara: someter a su hijo a una exención que le permita regresar a Laval y encontrar un entorno donde pueda desarrollarse en paz.
Según él, la dirección del canadiense persiste innecesariamente en mantener a Cayden en una posición en la que está expuesto a críticas incesantes.
Seamos honestos, Cayden ya no tiene el valor que le dieron. Si otro equipo lo reclamara, bien por él.
De lo contrario, un regreso a Laval podría permitirle recuperar la confianza y recuperar su juego.
Keith Primeau también recordó la inspiradora historia de Charlie Lindgren, un ex portero de los Canadiens que quedó libre en 2021.
Después de un desvío hacia la Liga Americana, Lindgren se estableció como un portero confiable con los Washington Capitals, demostrando que un camino sinuoso aún puede conducir al éxito.
Cayden tiene sólo 25 años. Todavía puede recuperarse, pero no en estas condiciones. Lo que está viviendo actualmente no es justo, ni para él ni para su carrera.
Para Keith Primeau, es urgente que Kent Hughes tome una decisión para poner fin a esta situación tóxica. El Laval Rocket cuenta con porteros como Jakub Dobes o Connor Hughes, que podrían dar un paso al frente si fuera necesario.
Según él, es hora de liberar a Cayden de esta presión constante y ofrecerle una oportunidad real de redefinirse.
Si Cayden ya no tiene futuro en Montreal, denle la oportunidad de encontrar uno en otro lugar. Haz lo que tengas que hacer para que pueda seguir adelante.
Las palabras de Keith Primeau son inequívocas: los Montreal Canadiens están manejando mal el caso de su hijo y esto podría tener repercusiones duraderas en su carrera.
Así no se trata a un jugador, y mucho menos a un portero que necesita estabilidad y confianza. Si no tienes un plan para él, déjalo ir.
El mensaje de Keith Primeau resuena como un grito del corazón por su hijo, pero también como una crítica mordaz a la organización de Montreal.
Si Cayden Primeau logra prosperar en otros lugares, se convertiría en otro ejemplo de talento mal administrado por los Habs, un cruel recordatorio de la importancia de apoyar a sus jugadores jóvenes.
Para Keith Primeau, está claro que ha llegado el momento de actuar, antes de que Cayden se convierta en otra víctima del sistema de Montreal.
La frustración gana terreno en el círculo íntimo de Cayden Primeau, mientras el joven portero ve pasar las semanas sintiéndose incómodo con la vida.
Una situación que parece interminable para su padre, Keith Primeau, alguna vez un líder respetado en la NHL y hoy un padre preocupado.
La situación de Cayden es clara, pero no menos frustrante. Relegado a la posición de tercer portero, está atrapado en un papel ingrato en el que no tiene el tiempo de juego necesario para desarrollarse ni la oportunidad de florecer.
Mientras tanto, los Canadiens están intentando encontrar un comprador para Jake Allen, con la esperanza de liberar espacio para Primeau. Pero esta prolongada espera empieza a parecer un castigo injusto para el joven.
Keith Primeau no se anda con rodeos en privado:
“Mi hijo está perdiendo meses cruciales para su desarrollo. Si Montreal no tiene un plan claro para él, ¡déjenlo ir! »
El estancamiento es tanto más preocupante cuanto que Primeau necesita regularidad para recuperar la confianza. Porteros como Jakub Dobes y Jacob Fowler, que están ascendiendo rápidamente en las filas, amenazan directamente su futuro en la organización.
Keith ve las señales: Montreal ya no confía en Cayden para el futuro, y esta realidad pesa mucho sobre su moral.
A los ojos de Keith, la solución es obvia: un cambio a un equipo donde Cayden finalmente podrá expresarse. Filadelfia, donde Keith hizo historia con los Flyers, parece ser la base ideal.
Keith no duda en imaginar el futuro de su hijo en esta ciudad que un día lo acogió:
En Filadelfia, Cayden tendría una oportunidad real de demostrar lo que puede hacer. Este es un equipo que necesita estabilidad delante de la red y mi hijo podría dársela.
Sin embargo, Montreal parece reticente a renunciar a Primeau.
¿Pero a qué costo? Keith teme que esta terquedad entierre permanentemente la carrera de su hijo en la NHL.
Si Cayden está en el fondo, ¿por qué retenerlo? ¿Por qué no darle una oportunidad en otro lugar? »
Keith Primeau tiene razón en estar preocupado. A sus 25 años, Cayden se encuentra en una edad crítica para ser portero. La NHL está llena de ejemplos de talentos jóvenes desperdiciados por un desarrollo deficiente o una gestión desordenada.
Keith señala la incapacidad de Montreal para gestionar adecuadamente a su hijo y pide una salida inmediata:
Es hora de que Cayden se vaya. Si se queda en Montreal, su carrera podría verse comprometida para siempre.
Para Keith, una cosa está clara: Montreal debe actuar ahora, ya sea intercambiando a Cayden o colocándolo en waivers.
Si nada cambia, Primeau bien podría sumarse a la larga lista de porteros prometedores que Montreal ha dejado escapar, un capítulo más en la historia de oportunidades perdidas para los Habs.
Keith Primeau espera que su hijo no sea una víctima más de esta gestión vacilante. El tiempo, sin embargo, corre en su contra.
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