Neuchâtel Xamax ha tocado fondo. El club de fútbol rojinegro fue eliminado el viernes por la noche en La Maladière por el Aarau por 3-1 en la Challenge League. Con sólo tres puntos conseguidos en los últimos seis partidos, el equipo de Uli Forte se ha dado una crisis de cara al parón invernal.
Xamax fue hundido
A pesar de un comienzo ideal del partido y del tempranero gol inicial de Jesse Hautier (2º), Neuchâtel Xamax no supo aprovechar la generosidad defensiva de su rival. Los rojinegros pueden lamentar especialmente que el disparo de Shkelqim Demhasaj en el minuto 26 de juego haya encontrado el palo del portero de Aargau. Peor aún, el equipo de Uli Forte dejó el partido en solitario al rival ofreciéndole tres goles por errores defensivos. A falta de 2-1 a 15 minutos del final, los neuchâtelenses creyeron en su buena estrella cuando el ex rojinegro Henri Koide fue severamente expulsado por su segunda tarjeta amarilla. Cansados para ellos, Nikola Gjorgjev sólo tardó cinco minutos en anotar el 3-1 estando en inferioridad numérica. “Soy el primero en cuestionarme. Quiero saber por qué hemos caído tan bajo después de nuestro buen comienzo”, dijo el técnico Uli Forte, que parecía conmovido tras el partido.
Una reunión con el presidente
Aunque por el momento no se siente amenazado, Uli Forte tuvo que presentarse el viernes por la tarde ante su presidente. Jean-François Collet entró en el vestuario después del partido para mantener una conversación franca con los jugadores y el personal. “El presidente nos dijo que no era suficiente, porque el final de la primera vuelta fue muy negativo, especialmente aquí, delante de nuestro público”, confiesa Uli Forte. Por tanto, el futuro del técnico ítalo-suizo en el banquillo rojinegro no es (todavía) un tema en los lapsos de La Maladière.
En las vacaciones de invierno, el Neuchâtel Xamax ocupa la sexta plaza de la Challenge League con nueve puntos de ventaja sobre el colista Schaffhausen, aunque con un partido menos. Los Xamaxians ya están de vacaciones y volverán a entrenar el viernes 3 de enero./dpi
el telegrama
la clasificación
El comentario de Damián Piscopiello
Un equipo enfermo, sin alma ni personalidad: esto es lo que el Neuchâtel Xamax nos recuerda desde hace seis partidos. De los 18 puntos en juego, Kenan Faktic y sus compañeros sólo consiguieron tres y ahora deben mirar atrás en la clasificación. Porque con una defensa que ha encajado 36 goles en 18 partidos, es decir dos por partido, el Xamax tiene una defensa de descenso. Ha llegado el momento de la urgencia, porque a pesar de una ventana de transferencias llamativa y bastante consistente este verano, los “rojinegros” sólo han sumado dos puntos más que la temporada pasada al mismo tiempo. Más allá de los números, la impresión sobre el terreno no miente. Este equipo no tiene líder, ni sistema de juego, ni identidad. Ir a La Maladière esta temporada es un poco como leer Doctor Jekyll y Mister Hyde. La plantilla de Uli Forte te puede dar una cara bonita o horrible, como fue el caso ante Aarau. La directiva rojinegra tiene ahora tres semanas para intentar salvar esta temporada reforzando la plantilla y reintegrando a los jugadores que aún no han comprendido la importancia del logo Xamax. También tendrá que decidir si Uli Forte sigue siendo el hombre adecuado para el puesto.
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