Una vez más, los Montreal Canadiens se convierten en espectadores de una carrera que podría definir su futuro.
Esta vez es Bill Guérin, el gerente general del Minnesota Wild, quien parece estar a pocos pasos de conseguir a David Jiricek, este defensor diestro tan codiciado por varios equipos, incluido el CH.
Y mientras Guérin actúa, Kent Hughes parece vacilar, calculando sus movimientos como un jugador de ajedrez… salvo que, en esta partida, no hay premio para el segundo puesto.
Jiricek, seleccionado sexto en la general por los Columbus Blue Jackets en 2022, es todo menos un defensa común y corriente.
Con su gran tamaño, su gran tiro y su experiencia en la escena internacional, representa exactamente lo que Montreal sueña con sumar a su brigada defensiva.
Sí, el CH tiene prospectos en la derecha como Logan Mailloux y David Reinbacher, pero ninguno tiene la combinación de madurez física y potencial ofensivo de Jiricek.
Pero lo incómodo para Hughes es que Guérin no pierde el tiempo.
Según múltiples fuentes, Wild está hablando activamente con Don Waddell, y los nombres de prospectos como Liam Öhgren y Daemon Hunt ya están circulando como posibles piezas comerciales.
Mientras tanto, del lado CH, ¿qué escuchamos?
Poco. Hughes, fiel a su estilo, predica la paciencia, como si tuviera años por delante para transformar este equipo.
La realidad es diferente.
Los aficionados ven a un equipo luchando por seguir adelante, una reconstrucción que, sinceramente, carece de brillo.
Jiricek podría cambiar eso.
Imaginemos una brigada defensiva dirigida por Kaiden Guhle, Lane Hutson y Jiricek.
Eso se vería bien, ¿verdad? Pero Hughes todavía tendría que estar dispuesto a pagar el precio. Y ahí es donde se atasca.
Colón, por su parte, parece haber rebajado sus exigencias iniciales.
Si bien inicialmente buscaban otro prospecto de élite a cambio de Jiricek, ahora parecen abiertos a un paquete que incluya selecciones de draft.
Y esa es una oportunidad de oro para un director ejecutivo dispuesto a dar un paso al frente. ¿Pero tiene Hughes el coraje?
Porque, por el momento, Guérin parece mucho más agresivo.
Los Wild no tienen miedo de apostar por el futuro.
Con Jared Spurgeon acercándose al final de su carrera, ya están buscando a su sucesor.
Ésta es una visión clara.
En Montreal, esta visión todavía parece vaga.
¿Reinbacher? Tal vez. Pero, ¿cuánto falta para que sepamos si será un pilar u otra esperanza estancada?
Si Guérin logra ponerle las manos encima a Jiricek, será una derrota aplastante para Hughes.
Otra oportunidad perdida para demostrar que está dispuesto a hacer lo que sea necesario para acelerar la reconstrucción. Porque seamos honestos: el CH puede centrarse en el desarrollo a largo plazo, pero en algún momento tenemos que actuar.
Jiricek no estará disponible para siempre.
Y si Montreal pierde esta oportunidad, es posible que se arrepienta durante mucho tiempo de no haber golpeado mientras el hierro estaba caliente.
Puede que Hughes sea paciente, pero Guérin está demostrando que a veces la audacia vale la pena.
Continuará
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