Hakim Ziyech acaba de crear revuelo. Otro más, se podría decir. Pero esta vez es a su pesar y el revuelo ya ha dado la vuelta al mundo. En un partido de la Superliga turca, el jugador del Galatasaray, solo frente a la portería vacía, encuentra la manera de no sacudir la red y su balón sale volando por los aires. Un fracaso bastante improbable, que seguramente terminará entre los mejores fracasos del año.
Por supuesto, todos los grandes jugadores pueden fallar un partido, un tiro. Pero el fallo de Ziyech no es tan anecdótico. Esta es una señal de que algo anda mal. Es claramente un chico que piensa las cosas, que rumia, que no está en su sano juicio.
En el Galatasaray, a pesar de ser líder de su campeonato, el jugador hace tiempo que no está presente. En dificultades sobre el terreno de juego, donde todavía no ha marcado desde el inicio de la temporada, también con tiempo frío con su entrenador, a menudo lesionado o en mal estado de forma, incluso se piensa en dejar Turquía hacia un nuevo destino. El Golfo, tal vez…
Por tanto, es este jugador el que el seleccionador nacional decidió no convocar para el último encuentro de los Atlas Lions. Sabia decisión. Cuando un chico no está bien encaminado en su vida de club, los partidos de selección pueden reanimarlo. O empujarlo. Es un arma de doble filo. En el pasado, Ziyech logró relanzarse en la selección mientras comía su pan negro en el club.
Esta vez la situación ha cambiado. Regragui ciertamente no sancionó al jugador, más bien le perdonó. Sobre todo, el seleccionador nacional tiene suficientes armas ofensivas para dar descanso al primer goleador de los Leones del Atlas (25 goles en 64 partidos internacionales).
Para aquellos que tenían dudas, los partidos entre Gabón y Lesoto dieron la respuesta correcta. Sin Ziyech, sentimos a Ben Seghir y a Díaz liberados. Desde la llegada de estas dos pepitas, Regragui nunca ha encontrado la fórmula adecuada para crear esa alquimia imprescindible con Ziyech y hacer que los tres talentos ofensivos jueguen juntos. Problema táctico, con potencial incompatibilidad técnica.
Hay que tomar una decisión y, al no poder decidirse, Regragui parece estar avanzando en su pensamiento. Después de todo, Díaz tampoco disfruta de suficiente tiempo en el club, donde su contribución parece mínima. Sin embargo, fue convocado a la última reunión de Leones…
En selección, Ziyech no marca en el partido desde la última CAN. Una competición en la que ni Díaz ni Ben Seghir habían participado. Y desde la CAN, si Ziyech ha vuelto a marcar es sólo de penalti.
La combinación de todos estos elementos hace pensar que Ziyech podría jugar un papel cada vez menos importante en la selección. No es dramático, pero habrá que ver si el fogoso Hakim aceptaría fácilmente un posible cambio de estatus, él que se había enfrentado con antiguos entrenadores por menos que eso…
Por el momento no estamos allí. Ziyech debe primero recuperar su fútbol, su forma y sobre todo su mentalidad que parece estar a media asta. Este es todo el daño que deseamos para este chico divisivo pero entrañable.
Walid Regragui y Hakim Ziyech.. DR
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