Lo suficiente como para hacer hacer muecas a algunos líderes. Pero el juego no ha terminado, creen el director general de la Liga, Lorin Parys, y su directiva, que llevan un tiempo trabajando en el tema y propusieron este viernes otra estrategia a todos los clubes.
Deberán considerar dos opciones en las próximas semanas. Coger los 80 millones de euros que hay sobre la mesa -la oferta de DAZN dura hasta junio- y reformular el resto de lotes, a través de otro Licitación, para sacar el máximo posible e intentar conseguir una cantidad que supere los 95 millones de euros.
¿Un canal 100% Pro League?
El segundo camino propuesto a los clubes sería una gran novedad: ver a la Pro League lanzar su propio canal. La Liga se convertiría así en productora de sus partidos y podría venderlos directamente a las “telcos” y/o suscriptores interesados. Esta opción se consideró durante un tiempo en Francia, antes de que el dúo DAZN/BeIn revisara al alza su oferta para adquirir los derechos de la Ligue 1.
Hay riesgos y ventajas en esta opción B, que sería una pequeña revolución: ¿y si los operadores o el público no siguieran? Por el contrario, si no está seguro de que el sistema de su propia cadena permitirá recaudar más de los 80 millones prometidos, podría tener la ventaja de que el fútbol belga no dependa de DAZN dentro de cinco años. Todo es una cuestión de competencia, pero si ésta se reduce aún más, ¿la plataforma de streaming no ofrecerá aún menos en 2030? Para DAZN, que asestó un duro golpe en 2020, cuando todavía se llamaba Eleven, al adquirir los derechos de nuestro fútbol durante cinco años, esto supondría una pérdida importante en su oferta belga. ¿Quizás este riesgo convenza a la plataforma internacional de revisar al alza su oferta? La saga continúa, en cualquier caso.
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