Un duelo de porteros. Entre el danés de París Jannick Green y el noruego de Lisboa Andrè Bergsholm Kristensen la batalla fue encarnizada durante treinta minutos. Con 17 paradas de 44 intentos (39%), el portero del Sporting de Lisboa finalmente salió victorioso de este duelo a distancia gracias a un segundo tiempo de alto vuelo y permitió a su equipo ganar (39-28). Un éxito precioso para los lisboetas, que se sitúan a un pequeño punto de los parisinos, a pesar de seguir segundos.
El comienzo del partido, sin embargo, favoreció al Paris Saint-Germain. Con muchas piernas largas, el danés Jacob Tandrup Holm atacó con fuerza desde el principio, anotando cuatro goles en los primeros ocho minutos. Francisco Mota Costa, sin embargo, siempre respondió dejando en contacto a su equipo. Sin embargo, la entrada de Gautier Loredon, un hermoso bebé de 2 m y 103 kg con sólo 22 años, permitió a los parisinos crear una primera brecha (7-10), que duró poco. Al descanso, los portugueses se adelantaban por un pequeño gol (16-15).
Fue sólo el comienzo. Aun así, Kristensen siguió haciendo una serie de paradas, mientras que Jannick Green se quedó sin combustible, con siete goles encajados seguidos. Martim Mota Costa y su hermano Francisco hicieron un día de campo, con nueve y seis goles respectivamente. El egipcio del PSG Yahia Omar cometió una serie de errores y provocó el desplome de su equipo, que perdía por seis goles a 20 minutos del final del partido (25-19).
Sin Elohim Prandi, Luka Karabatic, Luc Steins o Andreas Palicka, la tarea era demasiado difícil para los parisinos. Frente a un público incandescente, donde todas las generaciones se unieron para animar a su equipo, la brecha no hizo más que aumentar, alcanzando su punto máximo al final del partido (39-28). La factura es elevada, pero lógica.
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