El tope salarial está a punto de alcanzar máximos históricos.
Según Elliotte Friedman en Hockey Night en Canadá, la Liga Nacional de Hockey y la Asociación de Jugadores podrían elevar el límite a 95-97 millones de dólares ya en 2025-2026.
No es sólo un aumento: es una oportunidad colosal para los equipos, y especialmente para Kent Hughes, que verá cómo su famoso plan de reconstrucción se hace realidad.
La pregunta es: ¿qué hará con este espacio cuando todo esté alineado?
Porque en 2026, los Montreal Canadiens (por fin) estarán listos.
Suzuki y Caufield estarán en su mejor momento.
Lane Hutson y David Reinbacher habrán ocupado su lugar como pilares de la defensa.
Es posible que prospectos como Roy se hayan abierto paso para completar un ataque que aún carece de profundidad.
Demidov estará en el retrato.
En resumen, la promesa de reconstrucción llegará a su fin.
Y ese tope salarial de $95 millones es la última pieza del rompecabezas para transformar a este joven equipo en un verdadero contendiente.
Pero no es automático.
Este tipo de aumento abre las puertas a jugadores de élite, como Conor McDavid, Cale Makar o Kirill Kaprizov, que podrían estar disponibles.
Estos nombres no son extras.
Son jugadores que cambian la cara de una franquicia.
¿La verdadera pregunta? ¿Puede Montreal atraerlos?
El mercado de Montreal tiene sus encantos, pero también sus desafíos: presión, impuestos, clima… No es exactamente el tipo de combinación con la que sueñan las grandes estrellas.
Para Hughes, esta ganancia financiera inesperada podría cambiarlo todo.
Pero tendrá que vender algo más que un proyecto actual.
Tendrá que demostrar que Montreal está preparado para ganar ahora.
Porque la afición no va a esperar más.
La palabra “reconstrucción” les empieza a salir granos.
Estos 95 millones de dólares son la cuerda que puede sacar al canadiense del abismo o empujarlo aún más profundamente si Hughes no juega sus cartas correctamente.
No debemos engañarnos a nosotros mismos.
Este dinero es la prueba definitiva para Kent Hughes.
Hughes, esta es tu oportunidad.
No sólo para llenar el banquillo de nombres, sino para devolverle a Montreal el lugar que merece entre los grandes equipos de la NHL.
Esta vez es todo o nada.
Y 2026 es ahora o nunca.
Amén
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