En Amsterdam, el diario “de Volkskrant” informa sobre un creciente descontento entre las instituciones de seguridad holandesas. Esta reacción sigue a un intento de interferencia israelí en la política interna de los Países Bajos.
El Ministerio israelí responsable de las Relaciones con la Diáspora y de la Lucha contra el Antisemitismo envió un “informe especial” a los parlamentarios holandeses. Este documento fue enviado ante una sesión parlamentaria sobre la violencia que involucra a partidarios del Maccabi Tel Aviv en Ámsterdam. Según el informe, los grupos holandeses presentes en los acontecimientos están vinculados al movimiento Hamás.
Fuentes de seguridad de alto rango citadas por “de Volkskrant” califican la intervención de “indeseable”. Dos de estas fuentes, que desearon permanecer en el anonimato, expresaron su preocupación por la situación al más alto nivel de los ministerios de seguridad.
Un portavoz del Ministerio del Interior holandés declinó hacer comentarios sobre estos acontecimientos. Asimismo, el portavoz de la Agencia Nacional de Coordinación de la Lucha contra el Terrorismo y la Seguridad reconoció haber leído el informe pero optó por no hacer comentarios.
Koen Aartsma, experto en seguridad del Instituto Holandés de Relaciones Internacionales Clingendael, advirtió: “Hay que tener cuidado con informes como este que parecen preparados apresuradamente y que emanan de una fuente imparcial”.
Por otra parte, la diputada Caroline van der Plas preguntó al primer ministro Dick Schoof sobre las acusaciones del informe. El diputado Chris Stover sugirió incluir en la lista de sanciones a los grupos holandeses acusados por Israel como organizaciones terroristas.
El incidente de Ámsterdam se remonta al 7 de noviembre, tras un partido de la Europa League entre el Ajax y el Maccabi Tel-Aviv. Los partidarios israelíes provocaron enfrentamientos en la ciudad. En particular, arrancaron una bandera palestina e insultaron a taxistas de origen árabe.
Los vídeos publicados en las redes sociales muestran a estos seguidores coreando consignas hostiles. Además, antes del partido se había guardado un minuto de silencio en memoria de las víctimas de las inundaciones en España.
La policía arrestó a 63 personas en relación con la violencia. Cinco israelíes fueron hospitalizados brevemente. Tras estos acontecimientos, Israel decidió repatriar urgentemente a sus ciudadanos.
La alcaldesa de la ciudad, Femke Halsema, dijo en una conferencia de prensa que los partidarios israelíes habían sido atacados por grupos que los golpearon.
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