El Olympique Lyonnais (OL) atraviesa un período financieramente particularmente difícil y se enfrenta a fuertes sanciones impuestas por el Departamento Nacional de Control de Gestión (DNCG). Debido a su crítica situación económica, el club tiene prohibido contratar durante el mercado de fichajes de invierno y ve su nómina estrictamente regulada.
Las sanciones podrían tomar un giro aún más serio, con la amenaza de descender a la Ligue 2 si las finanzas del club no mejoran significativamente al final de la temporada.
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A pesar del discurso optimista de John Textor, propietario de OL, las explicaciones dadas no fueron suficientes para disipar las preocupaciones. El club, que tiene una deuda colosal de 505,1 millones de euros, lucha por convencer a las autoridades financieras. Además, persisten las dudas sobre la certificación de sus cuentas, lo que complica aún más la situación.
En este contexto, el futuro del Olympique Lyonnais en la Ligue 1 sigue siendo incierto y aumenta la presión sobre los directivos para encontrar soluciones rápidamente para evitar una catástrofe deportiva y financiera.
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