Hace casi dos años, André, seguidor del Charleroi, detuvo definitivamente el partido entre el Sporting y el Mechelen. Su sanción es dura.
Era una tarde de noviembre de 2022. Charleroi atravesaba un comienzo de temporada muy difícil que también le había costado a Edward Still su plaza. A la espera de la llegada de Felice Mazzu, Frank Defays estuvo a cargo del interino.
La ira de los aficionados iba en aumento y se hizo sentir especialmente contra Malinas, con bombas de humo y proyectiles. En el campo las Cebras lucharon e incluso lograron abrir el marcador ante el KV.
En este contexto, el Sporting se mostró esperanzado en tener un pequeño respiro y, sobre todo, en ver llegar el partido a su fin. Pero un último proyectil de la T4, demasiado, provocó el final del partido y la victoria perdida para los Malinois.
Un gesto de frustración que sale caro
André, el autor de esta última broma, ya había sido excluido del estadio hasta 2027. Le Soir informa hoy que también fue condenado por el Tribunal de Primera Instancia de Hainaut-Charleroi a pagar cerca de 65.000 euros al Sporting.
Una factura especialmente elevada que incluye los 60.000 euros de multa que el club tuvo que pagar a la Pro League y a la Federación belga, los 3.750 euros de indemnización procesal básica, los 337 euros de multas y, finalmente, los 165 euros de tasa de registro.
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