Ausente en la última cita del año, Kylian Mbappé está acaparando todas las miradas. La redacción de Le Figaro debate si el campeón del mundo de 2018 debería seguir siendo el capitán de los Bleus.
Capitán Kylian Mbappé, ¿para o otra vez? “Hoy no me voy a hacer una pregunta que no esté en la agenda. “Todo en su tiempo”declaró Didier Deschamps al inicio del mitin, el 7 de noviembre. Podría haber cerrado la puerta, afirmó que la no selección del delantero del Real Madrid no ponía en duda su condición de capitán de la selección de Francia. Él no lo hizo. ¿A propósito? A diferencia del entrenador, la redacción del Fígaro Ahora surge la pregunta: ¿”KM” debería seguir siendo el capitán de los Blues?
Sí, Kylian Mbappé debe seguir siendo el capitán de los Blues (CR)
No seas prisionero del momento. Esta es la regla de oro a tener en cuenta en esta materia. Si hay alguna duda sobre sus (potenciales) problemas legales, prevalece la presunción de inocencia, como recordó Didier Deschamps. En lo que respecta a sus actuaciones deportivas, en la próxima reunión, en marzo, el agua correrá bajo los puentes. Si hablamos de posibles enemistades contra él dentro del grupo, todo se borrará rápidamente con unos cuantos goles. Sin duda, el técnico habría hecho bien en confiar el brazalete a Antoine Griezmann tras la retirada internacional de Hugo Lloris. Pero lo hecho, hecho está. “Grizou” se despidió a su vez de los Blues.
Kylian Mbappé sigue siendo el abanderado de la nueva generación francesa. Evidentemente, Deschamps se niega contra todo pronóstico a confiar la capitanía a quien, desde fuera, mejor la encarnaría: Mike Maignan. “DD” probablemente no querrá negarse a sí mismo hasta este punto.
Contra Israel, será el (muy) discreto N’Golo Kanté quien llevará a cabo la tarea, sabiendo que Aurélien Tchouaméni, capitán en octubre, está de baja. Una elección por defecto, sólo para dejar paso al triple goleador de la final mundial de Qatar. Una cosa es segura: “KM” necesita reencontrarse, volver a ser el jugador… y el hombre que fue hasta el Mundial de 2022. El brazalete no es obstáculo para ello. Si ha hecho esta amenaza es sin duda porque Deschamps pretende herir el orgullo de su estrella. Depende de Kylian Mbappé volver al buen camino, en el campo, en el club, en la selección, pero también en la cabeza. Mientras tanto, el brazalete de capitán es suyo. Debe conservarlo.
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No, Kylian Mbappé ya no debe ser el capitán de los Blues (BD)
La idea no es menoscabar a un chico que atraviesa el periodo más difícil de su carrera profesional. Pero sobre todo aligerarlo un peso. Kylian Mbappé es un líder formidable cuando todo va bien, pero también cuando tiene que asumir responsabilidades en el campo, nadie habrá olvidado su icónico y legendario hat-trick en la final del Mundial 2022 contra Argentina. Esa noche, arenga a sus socios y él solo desconcierta a la Albiceleste. No hay debate sobre eso. ¿Una pregunta? ¿Era capitán de los Blues? No, el brazalete estaba del lado de Hugo Lloris.
Los últimos acontecimientos (Europa, fallido regreso de septiembre dentro y fuera del campo, viaje extraviado a Suecia tras aplazar la secuencia de octubre, etc.) confirman una cosa. A Mbappé no se le ahorrará nada y cuando se encuentra peor física y mentalmente como desde hace más de un año, es difícil, incluso para un mutante como él, gestionarlo todo bien. Los partidos, los conflictos, las posiciones tomadas, las apariciones en los medios… Es demasiado para un solo hombre.
Al relevarlo de tal responsabilidad, Didier Deschamps marcaría la ocasión en términos de su autoridad. Pero también enviaría el mensaje a Mbappé para que se concentre en lo que mejor sabe hacer: rendir bien en el campo. Todo el mundo lo ve, cuando todo va bien es un gran capitán. Cuando las cosas van mal, surgen dudas y su juego se resiente. De cara al Mundial de 2026, necesitamos un Mbappé liberado, física, mental y psicológicamente. Probablemente no valoró muy bien la inmensa tarea y la influencia que representa este trozo de tela. Los Blues necesitan un gran Kylian Mbappé para conseguir una tercera estrella. Y eso no siempre rima con el brazalete. En 1998, todo el mundo recuerda a Zidane. No capitán. En 2018, todo el mundo recuerda a Mbappé y Griezmann. Ni capitán ni vicecapitán. Lo mismo en 2022. ¿Y 2026?
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