La llegada de James Hagens al panorama de los Montreal Canadiens bien podría marcar un punto de inflexión decisivo para el equipo y, especialmente, para Nick Suzuki.
La velocidad, la creatividad y los instintos de juego explosivos de Hagens ya lo ponen en órbita para convertirse en la cara de la franquicia si es seleccionado por Montreal en el próximo draft. (si CH gana la lotería)
Y no hay duda de que tiene exactamente lo que Suzuki nunca ha podido ofrecer: una aceleración vertiginosa, un estilo de juego atrevido y, sobre todo, un impacto inmediato capaz de revolucionar la jerarquía CH.
La afición ya sueña con ver llegar a Hagens y revolucionar el vestuario. Para ellos, Suzuki es simplemente demasiado lenta, demasiado cuidadosa y, seamos realistas, a veces casi invisible cuando hay mucho en juego.
Con Hagens hablamos de una “bomba sobre patines”, un joven prodigio que podría hacerse con el papel de primer central sin siquiera mirar atrás.
Suzuki, ante esta brutal realidad, se vería instantáneamente relegado a la segunda posición central, donde su estilo más metódico podría, finalmente, encontrar un uso.
Con Hagens, por fin tendremos un jugador capaz de dinamizar el ataque. No más ataques lentos, entradas dudosas en la zona, pases demasiado cautelosos.
El contraste entre el estilo explosivo de Hagens y el estilo más tranquilo de Suzuki no podría ser más sorprendente. Para Suzuki, esta ascensión de Hagens significaría una redefinición de su rol… o, para Kent Hughes, la oportunidad perfecta para reconsiderar su futuro con el equipo.
Un posible intercambio por Suzuki ya no está fuera de discusión, especialmente si Hagens capta la atención y las esperanzas de los fanáticos como parece destinado a hacerlo.
Con Hagens, el mensaje es claro: Montreal ya no tolerará medias tintas ni resultados indiferentes.
Kent Hughes podría incluso plantearse convertirlo en la pieza central de un ataque rejuvenecido y veloz, en el que ya no habrá lugar para la lentitud.
Si llega Hagens, Suzuki podría convertirse en el primer capitán en la historia del canadiense en verse desplazado por un jugador más joven y eficaz, y a la velocidad de una auténtica tormenta sobre patines.
Durante su entrevista con Nicolas Cloutier de TVA Sports, James Hagens compartió su admiración por dos jóvenes estrellas de la NHL, Jack Hughes y Logan Cooley.
Nick Fohr, uno de los entrenadores del programa de desarrollo estadounidense, incluso comparó a Hagens con una fusión de estos dos talentosos jugadores, comentario que hizo sonreír al joven prodigio.
Con humildad, Hagens reconoció la influencia de Hughes y Cooley en su estilo de juego y dijo:
“Sí, mi juego está algo inspirado en estos dos jugadores. Jugamos de la misma manera. »
Una declaración que muestra la madurez de Hagens, consciente de sus capacidades y al mismo tiempo rindiendo homenaje a quienes lo inspiraron.
La esencia del juego de Hagens es su increíble velocidad y creatividad en el hielo. A diferencia de otros jugadores jóvenes, que podrían centrarse únicamente en finalizar, Hagens destaca por su capacidad para construir el juego y encontrar soluciones ofensivas.
“Mis habilidades como creador de juego y mi patinaje son lo que me definen”explicó.
“Mi capacidad para crear espacio, crear ataque. Mi sentido del juego es una parte importante de mi arsenal. »
Esta combinación de velocidad y visión de juego convierte a Hagens en una amenaza constante para sus oponentes, un jugador capaz de orquestar el ataque y transformar cada presencia en el hielo en una oportunidad de gol.
Estamos lejos de Nick “ME QUEDO DORMIDO” Suzuki.
Para los fanáticos de Montreal, esta combinación de talentos podría ser la clave que permitiría a los Montreal Canadiens salir de la vergüenza actual y regresar a la gloria.
Al combinar velocidad, creatividad y un agudo sentido de la estrategia, Hagens ya se proyecta como una de las futuras estrellas de la NHL.
Jack Hughes 2.0 empujará a Nick Suzuki a la segunda línea… o hacia la puerta de salida…
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