Desde hace diez años, Berkane forma parte de este pequeño grupo, con los dos clubes de Rabat (FAR y FUS), que intenta desafiar la supremacía de los dos grandes clubes de Casablanca. También están, más esporádicamente, los dos grandes clubes del Norte (Tánger-Tetuán), además de Agadir, que intentan desempeñar este papel de retadores/outsiders.
De todos estos clubes, pocos demuestran regularidad. Con el tiempo, sólo el FUS y el RSB tienen esta presencia, esta insistencia, esta constancia. Y si el FUS acabó ganando la Botola (2016 con un tal Walid Regragui como entrenador), Berkane todavía está esperando su momento.
La Botola está en el día 10, o sea un tercio del camino. Mira los partidos del fin de semana. En Fez, las FAR perdieron un partido que deberían haber ganado contra el MAS (0-1). Los Militares fueron superiores en el partido pero, desde que se encontraron con 10, empataron. Entonces fueron castigados. Y al final, no fue la inferioridad numérica lo que les castigó, ni el éxito, sino la debilidad mental. El año pasado, las FAR habrían pretendido “ganar” incluso 10 contra 11. Fue su debilidad mental lo que las hizo perder, nada más.
Mientras tanto, los dos grandes clubes de Casablanca continuaron su caótico camino. Frente a un equipo descendido del MAT, Raja volvió a disputar un partido sin marcar gol (0-0), mientras que los verdes dominaban ampliamente los debates. En cuanto al Wydad, tuvo todas las dificultades del mundo para evitar la derrota ante el Tánger (2-2), mientras que los rojos no tienen por qué avergonzarse de su actuación en el partido.
¿Y la RSB en todo esto? Frente a un equipo Touarga dispuesto y bien organizado, pero limitado, Berkane supo esperar el momento oportuno. Sin genialidad, pero diligentes y disciplinadas, las “Naranjas” sortearon a la perfección los momentos fuertes del partido. Cuando Touarga se quedó con diez, presionaron para ganar, mientras que otros ya habrían estado felices de recuperar el empate. Resultado: insistiendo, acabaron marcando este gol liberador en el tiempo de descuento, recuperando así tres preciosos puntos de su viaje.
Esta victoria es la de la mente. En un campeonato reñido, eso es lo que marca la diferencia.
El equipo dirigido por el tunecino Chaâbani (muy buen entrenador, por cierto), se encuentra hoy solo en cabeza, con 5 puntos de ventaja sobre el MAS. No marca muchos goles, no es nada extravagante, pero avanza con la confianza de una campeona en potencia. La plantilla actual, completamente remodelada, no tiene más talento que la que desafió la supremacía de Raja y Wydad hace apenas unas temporadas. Berkane ni siquiera cuenta con este goleador providencial, como podía serlo un Boushaba en los años 80, o incluso un Kodjo Laba cuando el RSB irrumpía en la escena continental.
Pero hay un equipo unido, un entrenador joven y competente, y sobre todo está esa fuerza mental, esta convicción, que les permite superar partidos complicados, como el de anoche. Si logran gestionar sus esfuerzos y su energía a nivel africano, esta Botola puede ser suya. La temporada aún es larga, pero el representante de la ciudad de las clementinas puede hacerlo. Su seriedad y su mente de acero le permiten, en cualquier caso, soñar todos sus sueños.
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