Los líderes de los Columbus Blue Jackets están actualmente furiosos por no haber seleccionado a Ivan Demidov en el cuarto puesto de la general en el último draft.
Kent Hughes, director general de los Montreal Canadiens, quizás pueda agradecerles toda su vida por esta decisión que cambiará a los Canadiens para siempre.
Pero mientras Columbus lidia con las consecuencias de sus selecciones, otro nombre sigue apareciendo en los titulares por razones equivocadas: Cayden Lindstrom, uno de los jugadores más intrigantes del draft de 2024 que fue seleccionado por los Blue Jackets un rango antes que Demidov.
El delantero aún no ha disputado ningún partido esta temporada.
Lindstrom fue sin duda el jugador físicamente más impresionante de esta época. Al verlo en el hielo durante solo medio minuto, se podía creer que era el producto de un laboratorio científico que buscaba crear el jugador de hockey perfecto.
Con 1,93 metros de altura y 98 kilos de peso, Lindstrom posee una combinación de potencia física, velocidad y control del disco que lo convierte en una amenaza formidable.
Después de una prometedora temporada de novato en la WHL con los Medicine Hat Tigers, donde anotó 19 goles y acumuló 42 puntos en 61 juegos, Lindstrom experimentó una explosión ofensiva en 2023-24. Anotó 27 goles y 46 puntos en sólo 32 partidos, ascendiendo rápidamente en la clasificación del draft antes de que una fractura en la mano y una lesión en la espalda pusieran fin prematuramente a su temporada.
Sin embargo, el escándalo en torno a la naturaleza de su lesión en la espalda sacudió a los reclutadores y empañó su imagen.
Inicialmente, Lindstrom y su séquito intentaron restar importancia a la lesión, diciendo que era sólo una distensión en la espalda, un dolor común entre los atletas de alta intensidad.
Pero a medida que avanzaba la temporada, comenzaron a surgir rumores de que ocultaba algo más serio.
Lo que podría haber seguido siendo un secreto celosamente guardado rápidamente se convirtió en un asunto público cuando los informes revelaron que en realidad padecía una hernia de disco, una lesión mucho más compleja y preocupante.
¿Por qué había decidido ocultar esta información crucial?
¿Fue por la presión de quienes lo rodeaban, por miedo a ver caer su valor ante los ojos de los reclutadores, o simplemente por el deseo de seguir jugando a toda costa?
Lindstrom finalmente admitió que en realidad padecía una hernia de disco… después de ser reclutado por los Blue Jackets. Imagínese lo furioso que estaba el Director General Waddell.
Una mentira que generó muchas dudas sobre su salud a largo plazo, pero también sobre su honestidad. En el mundo de la NHL, donde la transparencia y la fiabilidad son esenciales antes del draft, esta revelación pone en peligro sus perspectivas.
Los Blue Jackets, después de haber gastado su valiosa cuarta selección general, ahora enfrentan las repercusiones de su decisión.
Ivan Demidov se convertirá en un prodigio. En cuanto a Cayden Lindstrom, sigue siendo un talento único, pero con enormes riesgos.
En el mundo ultracompetitivo del hockey profesional, las lesiones pueden hacer o deshacer una carrera. Un jugador con una hernia de disco corre el riesgo de sufrir dolores crónicos y movilidad reducida, especialmente si se le somete a un ritmo frenético como el de la NHL.
Cayden Lindstrom representa un poder ofensivo innegable, una combinación de fuerza bruta y agilidad poco común. Con su imponente físico de 1,93 metros y 98 kilos, a menudo es capaz de dominar a sus oponentes en la zona ofensiva, explotando su estatura para proteger el disco y crear oportunidades de gol.
Pero este mismo poder también puede convertirse en una carga para su cuerpo, especialmente si está debilitado por una lesión en la espalda.
En zonas restringidas, destaca en proteger el disco, asaltar la red contraria y multiplicar los controles para agotar a sus oponentes.
Sus habilidades de manejo del disco superiores al promedio le permiten mantener la posesión, incluso bajo una fuerte presión defensiva.
Sin embargo, cada movimiento físico intenso plantea la cuestión de si la espalda será capaz de soportar las repetidas tensiones de una carrera profesional.
Esta situación disgustó a Nick Bobrov, Kent Hughes y Jeff Gorton.
Habiendo seguido de cerca a Lindstrom, eran muy conscientes del potencial del joven jugador. Sin embargo, la sombra del engaño se cernía sobre él.
Con Ivan Demidov persiguiendo a Columbus para siempre, Don Waddell intenta tranquilizar a todos sobre la salud de Lindstrom.
Juró que el jugador avanza bien en su rehabilitación. Lindstrom entrena diariamente a toda máquina y el equipo aumenta gradualmente la intensidad de sus sesiones.
Waddell dijo que el equipo estaba adoptando un enfoque cauteloso, diciendo que querían asegurarse de que Lindstrom estuviera completamente recuperado antes de enviarlo de regreso a su equipo juvenil, los Medicine Hat Tigers.
El gerente general dice que quiere evitar cualquier recaída, como si Lindstrom fuera un veterano con 40 años de experiencia.
Kent Hughes tendrá que agradecerle de por vida. Los Blue Jackets nunca se lo perdonarán.
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